Descubre la exquisita traza barroca de su siempre animada Plaza Mayor, que da paso a una sucesión de monumentos imprescindibles como sus dos catedrales, la nueva y la vieja, el convento de San Esteban, la Clerecía, la casa de las Conchas o la fachada de la Universidad donde se esconde la famosa rana.

La delicadeza de la Casa Lis y el bonito trabajo en acero del Mercado de Abastos añaden un toque modernista a las calles de la capital charra. De marcado carácter joven, en su siempre inquieto ambiente cultural conviven los grandes conciertos, exposiciones y congresos con las propuestas más alternativas.