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Le damos la bienvenida a la Casa del Parque "Huerta de San Salvador" en el Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil, concretamente en la localidad burgalesa de Oña.

Al igual que en el resto de las Casas del parque que se reparten por toda la comunidad de Castilla y León, es la puerta de acceso recomendada a estas áreas naturales. Aquí, se ofrece información sobre las especies y hábitats emblemáticos de estos lugares para facilitar la identificación y valoración del patrimonio cultural y natural, promoviendo la conservación y aprecio por la biodiversidad y la herencia cultural.

La Casa del Parque "Huerta de San Salvador" fue construida a finales del siglo XIX por la Compañía de Jesús. Fue la vaquería del Monasterio de San Salvador, que se encuentra en "la Huerta", un espacio cerrado por una muralla de 4 km. Originalmente, se utilizaba por los monjes para la producción de leche, carne, y almacenamiento de provisiones. En la planta baja resguardaban el ganado; en la primera, se encontraba el pajar desde donde daban de comer a las vacas mediante trampillas y, por último, en la planta superior se hallaba un almacén general para los monjes.

La intervención actual en el edificio respeta la arquitectura original y emplea materiales idénticos a los que se emplearon en aquella época. Igualmente, se han respetado los muros interiores y la amplitud de los espacios.

El edificio se dispone en varias plantas, en la planta baja puede descubrir los aspectos dinámicos de la naturaleza mediante recursos como recreaciones y pantallas táctiles. Aquí encontrará la recepción de visitantes, el centro de interpretación del Parque Natural y la exposición permanente con juegos interactivos digitales.

En la primera planta, puede sumergirse en el territorio a través de montajes audiovisuales y escenografías, ofreciendo una experiencia sensorial y emotiva de tiempos pasados. En esta planta, encontrará la sala de proyecciones y conferencias, una galería acristalada con el mirador del desfiladero del Oca y un área de exposiciones dividida en tres apartados: uno sensorial, con música y aromas; una visita virtual del parque y un apartado de la memoria donde le recordará tiempos y usos forestales pasados del territorio.

Finalmente, en la segunda planta, se encuentra una biblioteca, una sala para talleres medioambientales y oficinas, a las que el visitante no tiene acceso.

A la izquierda de la puerta principal, puede encontrar un monolito con un mapa de la zona e información sobre el Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil y reseñas sobre centros de interpretación y museos, como son Casas del Parque en Oña y San Zadornil, Iglesia abacial de San Salvador, centro de interpretación del medievo y museo de la resina, todos en Oña, centro de interpretación de la Horadada en Trespaderne, taller colectivo y centro cultural «El Hacedor» en Aldea del Portillo de Busto, museo etnográfico en Montejo de San Miguel y Centro de recepción de visitantes en Pancorbo.

Al entrar en la Casa, se abre la nave alargada que conforma la Casa. A la derecha, puede encontrar la tienda verde, donde puede adquirir productos típicos de la zona y un recuerdo de su visita. A continuación, el mostrador de recepción y el libro de firmas.

A su izquierda, tras la escultura de madera, hay un mapa donde puede encontrar la red de espacios naturales de Castilla y León. En la zona norte de Burgos, dentro de la Comarca de las Merindades, se encuentra el Parque Natural «Montes Obarenes San Zadornil». En esta pared, también se encuentra una maqueta en relieve que tiene unos botones interactivos que representan a Oña, Frías, Pancorbo, San Zadornil, Trespaderne, Pico Humión, Mesa de Oña, río Ebro, río Oca y río Molinar.

Si avanza al frente, encontrará una escalera que sube a las dos plantas siguientes y a la derecha, el ascensor. Si lo necesita, a la izquierda puede encontrar los aseos.

El recorrido comienza en la maqueta en relieve ubicada en el vestíbulo. Esta representación detallada abarca todo el Parque Natural de Montes Obarenes y San Zadornil, situados en la provincia de Burgos, en el límite oriental de la Cordillera Cantábrica.

La topografía de los Montes Obarenes cobra vida al pulsar los botones correspondientes a los cinco pueblos principales dentro del Parque, así, se iluminará una luz que indica su ubicación en la maqueta. Al otro extremo de este panel, puede descubrir San Zadornil.

Con una longitud de aproximadamente 30 km, se extienden desde las hoces del Ebro en el cañón de la Horadada (entre Oña y Trespaderne) hasta el desfiladero de Sobrón en el Valle de Tobalina y el desfiladero del río Oroncillo en Pancorbo.

Los Montes Obarenes tienen una altitud media de 800 a 900 metros, alcanzando los 1432 metros en el pico Humión y los 1353 en el Monte Cantoña. Desde el panel de control, puede marcar estos dos picos, además de los ríos principales que dan forma a la morfología de los Montes Obarenes, caracterizada por acantilados, desfiladeros y cañones.

Es crucial tener en cuenta la posición bioclimática única de la región, una mezcla entre influencias atlánticas y mediterráneas, que ha moldeado la flora y la fauna, destacando la presencia significativa de aves rapaces.

En el vestíbulo de entrada, se eleva la escultura de un gran árbol pintada de negro brillante.

El árbol se apoya en una estructura que se extiende hasta el fondo de la nave y que representa su propia sombra. La sombra tiene diferentes alturas a lo largo de su recorrido, llegando a los dos metros al final.

Este árbol no solo captura la esencia visual de la majestuosidad arbórea, sino que también encierra un simbolismo profundo. La escultura personifica la fortaleza, la conexión con la naturaleza y la renovación. Además, transmite un mensaje sobre la interconexión de toda la vida y la importancia de preservar nuestro entorno y los bosques del planeta.

El parque natural Montes Obarenes-San Zadornil, a caballo entre el clima atlántico y mediterráneo, está dotado de gran riqueza arbórea con grandes bosques de encina, quejigo, pino resinero y pino silvestre, de manchas aisladas de haya en las cumbres de los montes y de abundante matorral de sabina negra y boj.

Sobre el árbol, cuelgan del techo unas maquetas de aves rapaces, en actitud de vuelo que dan fe de la majestuosidad y la libertad que se vive en el parque. Sirven también como conexión con la naturaleza burgalesa, donde el clima hace propicia la presencia y la coexistencia del buitre leonado, alimoche, águila real, azor, gavilán, halcón peregrino, abejero y búho real, entre otras.

Estas aves rapaces constituyen un fascinante grupo de aves que se distinguen por sus impresionantes habilidades de caza y vuelo. Son carnívoras y poseen garras afiladas y picos fuertes para desgarrar la carne de sus presas. Su aguda visión les permite detectar presas desde grandes alturas, mientras que su destreza en el vuelo les permite realizar maniobras precisas durante la caza.

Las aves rapaces desempeñan un papel crucial en el equilibrio ecológico al regular las poblaciones de otras especies. Además de su importancia biológica, estas majestuosas aves han cautivado a la humanidad a lo largo de la historia, simbolizando la libertad y la ferocidad en diversas culturas.

En la sombra del árbol, puede encontrar un mapa de Europa en el que hay cuatro botones, que al pulsarlos, muestran cómo las diferentes especies de árboles avanzan o retroceden por dispersión, en función de los ciclos climáticos. Estos árboles son: el pino silvestre, la encina, el quejigo y el haya.

Los bosques se enriquecen con la diversidad de árboles, y entre las especies notables se encuentran el pino silvestre, la encina, el quejigo y el haya. El pino silvestre destaca por su elegante porte y agujas largas que aportan un tono verde vibrante al paisaje. La encina exhibe una resistencia impresionante, con hojas perennes que ofrecen sombra en climas mediterráneos. El quejigo se distingue por sus hojas dentadas y su corteza rugosa, prosperando en suelos pedregosos. Mientras tanto, el haya agrega una nota de majestuosidad con sus hojas suaves y su corteza plateada, creando bosques exuberantes y frescos. Estas especies, cada una a su manera, contribuyen a la riqueza y la salud de los ecosistemas forestales.

Si sigue hacia delante, encontrará un fragmento de rama del árbol que sobresale hacia usted. Aquí, se muestran las cuatro especies de árboles, desde la encina, típica del clima mediterráneo, hasta el haya, de ambientes atlánticos, que, junto con el pino silvestre y el quejigo, son representativas de los bosques de Montes Obarenes-San Zadornil y muestran cómo cada una se adapta al clima específico de su entorno.

La encina es un árbol de talla media y baja, que puede alcanzar de 16 a 25 metros de altura. Las hojas son resistentes y perennes y para conservar agua, las voltea, aprovechando la parte más clara del envés para reflejar la luz en días de calor extremo.

El pino silvestre puede llegar a medir 30 metros de altura. Sus hojas son simples, aciculares, rígidas y punzantes y les ayuda a optimizar la retención de agua. Son cortas, solo miden de a 3 a 7 cm de longitud, lo que les permite evitar el peso de la nieve invernal. En su interior cuenta con una morfología anticongelante que los mantiene vivos durante el invierno.

El quejigo es un árbol de tamaño medio que alcanza hasta los 20 metros de altura. En algunas zonas de Burgos, se le llama "roble-encina" por su semejanza con la encina, pero se diferencian por su follaje caduco y menos denso, con hojas más suaves.

Por último, el haya, adaptada a ambientes húmedos, crece en la zona atlántica, buscando luz en la cara norte de las montañas, generando sombras densas bajo las cuales pocas especies vegetales pueden sobrevivir.

Dada la condición de transición de los montes Obarenes, la combinación de vegetación mediterránea y atlántica enriquece la biodiversidad, albergando tanto fauna como flora de ambas regiones.

Si bordea la sombre del árbol, llegará a una proyección del relieve del Parque Natural, que se ilumina al acercarse.

La maqueta destaca la estratégica ubicación biogeográfica del Parque, que se sitúa entre los climas atlántico y mediterráneo, así como su peculiar orografía con geología kárstica y su formación a partir del plegamiento submarino. La iluminación de las principales poblaciones ofrece información sobre la influencia del clima y el relieve, especialmente en los montes Obarenes, donde se produce la transición climática.

La proyección revela la formación del relieve desde la ocupación total por el mar hasta la acción tectónica que creó pliegues anticlinales y sinclinales, es decir, crestas y valles. La erosión del agua, a lo largo de millones de años, es fundamental en la configuración final del paisaje. Creó desfiladeros, cañones y cuevas, como son las hoces excavadas por el Ebro en Sobrón, el angosto desfiladero tallado por el río Oca en las proximidades de Oña y la garganta abierta por el río Purón en la sierra de Arcena.

La mezcla de climas y relieves hace propensa la existencia de una biodiversidad preparada para cambios climáticos y adversidades.

Si sigue, llegará a dos ordenadores donde tiene la posibilidad de combinar las distintas especies forestales de los distintos climas europeos. Sea cual sea la combinación que elija, por más desafiante que pueda parecer, es viable en este Parque. Además, se ofrecen recomendaciones sobre dónde ir para apreciar la combinación específica seleccionada.

En un lateral de la sombra del árbol, descubrirá una pared negra transparente, en la que se muestran la flora y la fauna del bosque húmedo atlántico.

Este es un ecosistema caracterizado por su abundante precipitación a lo largo del año y temperaturas moderadas. En este entorno, la vegetación predominante se compone de hayas, robles y abedules, y de una densa capa de musgo y helechos, que crean un ambiente húmedo.

Tras la vitrina, puede encontrar una representación de los musgos, algunas setas y animales asociados a esa humedad en el suelo, por ejemplo, la salamandra, la rana bermeja, el tejón y las rapaces. En este caso, se ha recreado una rapaz nocturna: el cárabo, un ave nocturna con grandes ojos redondos, plumaje suave adaptado para el vuelo silencioso y un disco facial para dirigir el sonido, tiene un pico fuerte y ganchudo para desgarrar la carne de sus presas.

El tejón es conocido por su habilidad excavadora, construyendo madrigueras complejas donde descansa durante el día. Tiene el pelaje negro y blanco en la cabeza y su cuerpo es robusto y bajo. Es nocturno por naturaleza, sale al anochecer en busca de alimentos, mostrando una dieta variada que incluye insectos, pequeños mamíferos, frutas y raíces. A pesar de su apariencia tranquila, el tejón es un animal territorial que defiende ferozmente su madriguera.

Si deja el bosque húmedo a su espalda, descubrirá el bosque seco mediterráneo.

El bosque mediterráneo es un ecosistema marcado por veranos cálidos y secos e inviernos suaves y húmedos. En este entorno, son predominantes los árboles y la vegetación que se adaptan a la sequía y a los terrenos áridos. El suelo puede ser pedregoso y seco, reflejando la escasez de agua. La fauna del bosque mediterráneo destaca por su biodiversidad resiliente ante las condiciones climáticas específicas de la región mediterránea.

En la vitrina destaca la encina, un madroño y los boletos típicos de los encinares. También puede ver una jineta, como representación de animal nocturno que habita en la zona, una rapaz comiéndose a una paloma y un jabalí.

Cabe destacar la explotación forestal del hombre con la extracción de la resina, que durante años supuso una de las principales actividades laborales de la zona.

El trabajo de los resineros es una labor tradicional arraigada en las regiones forestales donde crecen los pinos. Estos expertos, conocidos como resineros, se dedican a la extracción de resina de los árboles, principalmente de pinos resineros. Este proceso implica hacer incisiones en la corteza del pino para permitir que la resina fluya. La resina recogida se utiliza en diversas industrias, como la producción de barnices, adhesivos y perfumes. El trabajo de los resineros requiere habilidad y conocimiento para realizar las incisiones de manera precisa y sostenible, evitando daños excesivos a los árboles.

En la pared contigua al bosque mediterráneo, se encuentra el bosque de transición, típico de la zona.

En este entorno, se produce una combinación de especies pertenecientes a ambos sistemas biogeográficos. La coexistencia de diversas especies forestales impulsa un aumento significativo en la biodiversidad botánica, resultando en áreas más resilientes y mejor preparadas para hacer frente a los desafíos del cambio climático.

En la vitrina se encuentra un pájaro carpintero, el pico menor, en el tronco de un roble. En cuanto a la vegetación, hay que destacar los enebros y los diferentes tipos de setas. Representativos de la fauna de esta zona son los corzos y las víboras. Como curiosidad, los tres tipos de víboras que existen en la Península Ibérica se encuentran en los montes Obarenes. Son la víbora hocicuda, la de Seoane y la áspid. Las tres tienen cabezas triangulares y cuerpos cilíndricos, con escamas en forma de rombo. Son conocidas por sus colmillos largos y retráctiles con los que inyectan veneno en sus presas o en defensa propia.

En el borde de la ventana, puede encontrar un tronco que alberga un nido de pájaro carpintero en su interior. En el exterior del tronco, se distingue la entrada circular al nido y por detrás se revela la profundidad de este, que alcanza los 20 centímetros. Además, en el tronco se observan pequeños agujeros que hace el pájaro carpintero para alimentarse de termitas y larvas.

En la pared de la sombra, hay una pantalla táctil con un juego. En él, puede escoger uno de los 6 ecosistemas del Parque: cortados rocosos, hayedos, encinares, pastizales, bosques de transición y riberas. Cada opción es un juego distinto, entre los que se encuentran: identificación de sonidos, puzles, alimentación, etc.

Si continua el recorrido, llegará a la pantalla en la que se muestra una máscara en forma de V del desfiladero.

La geología es una de las áreas de más interés, especialmente en la región del Karst de la Cordillera Cantábrica, donde los cañones y desfiladeros son características distintivas.

La máscara de la pantalla tiene la forma del desfiladero del río Oca. Si pulsa el botón que hay cerca de la pantalla, la máscara gira hasta llenarse de arena. Por el efecto de caída de la arena, como si fuera un reloj de arena, se va vaciando el espacio entre los dos perfiles de la máscara, simulando la erosión y la formación del desfiladero.

Si se da la vuelta, podrá observarlo directamente a través de la ventana de enfrente.

En la siguiente pared de la sombra, encontrará un mapa con el contorno del Parque Natural y unos agujeros con información.

Si mira a través de los agujeros, observará imágenes del desfiladero de las hoces del Sobrón, el desfiladero del Purón, el desfiladero de Pancorbo, el desfiladero del Molinar, el desfiladero de la Horadada y el desfiladero del río Oca.

En el siguiente panel de la sombra, encontrará unos cajones en los que se da información de los pequeños tesoros ocultos por el Parque, como son los tejos milenarios, el robledal de Quercus petraea, encinares, el pino resinero, el castañar de San Zadornil y el bosque relicto de los alcornoques de Bozoo.

Cada cajón se sitúa en el lugar del mapa que le corresponde y muestra las características del árbol al que hace referencia con el fruto, el tronco, las hojas e imágenes.

Si sigue una rama que da a la pared izquierda, encontrará una pantalla en la que se muestran recreaciones de las casas antiguas y actuales de los pueblos.

Antes, se utilizaban los bosques de manera diferente a ahora, los vecinos aprovechaban la madera para construir casas, para hacer carbón y conseguir leña para todo el año.

La forma de trabajo en el campo y la ganadería tampoco era igual, todo ha evolucionado.

En la pantalla, puede descubrir información sobre el abandono de las viviendas y la invasión de la vegetación en los poblados antiguos.

La última pantalla muestra el campo en la actualidad con tractores, casas rehabilitadas, coches en el jardín de las viviendas y personas sentadas en mesas de campo.

En la ventana de enfrente, descubrirá unas bandejas con minerales y fósiles del paleozoico, encontrados en el Parque.

En el alfeizar de la ventana siguiente hay cuatro tipos de piñas, que se corresponden con los cuatro tipos de pino que hay en el Parque. Ordenadas de mayor a menor tamaños, son la del pino resinero; la del pino silvestre; la del piñonero, con los surcos de los piñones; y por último la del pino Laricio.

Todas tienen una estructura sorprendentemente compleja que alberga las semillas de la especie. Está formada por numerosas escamas leñosas dispuestas en espirales alrededor de un eje central. Cada escama protege una o dos semillas y, a medida que la piña madura, se abre para liberarlas. Estas estructuras no solo son esenciales para la reproducción de los pinos, sino que también desempeñan un papel importante en la ecología forestal al proporcionar alimento para diversas especies de vida silvestre.

Frente a la ventana, se encuentra una maqueta del mapa de la Red de Espacios Naturales de Castilla y León, conocida como la REN. Con la numeración de la leyenda, puede localizar cada punto de interés.

En 1991, se creó la REN con el objetivo de preservar el vasto patrimonio natural de la región. La REN representa una muestra significativa de los ecosistemas de Castilla y León en óptimo estado de conservación, ejemplificando el desarrollo sostenible. Conformada por 33 espacios naturales protegidos, que abarcan 820.000 hectáreas, la REN incluye 2 parques nacionales, 2 parques regionales, 14 parques naturales, 5 reservas naturales, 8 monumentos naturales y 2 paisajes protegidos. Esta estrategia de conservación, que integra todo el territorio, vincula la REN con Natura 2000, la red de espacios protegidos de la Unión Europea, asegurando la conexión y relación de los espacios naturales, evitando su aislamiento.

Si toma la escalera o el ascensor y sube a la primera planta, llegará a la galería que da al vestíbulo.

A la derecha, cuelgan cuatro fotos. En la primera, se muestra la antigua vaquería del convento desde el aíre. Si se fija, el exterior de la construcción se ha mantenido intacto en las reconstrucciones posteriores, como se ve en la otra foto.

A la izquierda, si cruza la puerta corredera, entrará en la sala de audiovisuales.

Aquí, se proyecta una combinación de imágenes con sonidos, en el que las protagonistas son las estaciones en el Parque Natural. Comenzando con la helada estación invernal, la primavera marcada por el deshielo y el renacer de la vida, el verano con sus cosechas y agradables paseos, hasta el otoño con la generosidad de sus frutos y la transformación de colores en los bosques.

Al salir de la sala de audiovisuales, encontrará a un lado la puerta que da acceso al mirador que da hacia el norte, hacia el desfiladero del río Oca.

Al frente, se encuentra la montaña, cubierta de la vegetación típica de la zona. El color verde de los árboles contrasta con el color gris de los cerros rocosos, ausentes de plantas.

En el mirador, hay un estante con imágenes de animales y una caja en cada una. Si mete la mano en ella, tocará diferentes elementos del ecosistema de ribera: el pico y la cabeza de la garza, la huella de una nutria, el tronco en relieve de un fresno y un tronco de aliso. También encontrará una punta de flecha y una roca caliza.

De vuelta a las escaleras, descubrirá una escultura de madera que prohíbe el paso a la planta superior, en la que se encuentran las oficinas.

A su altura, se encuentran las maquetas de las aves rapaces colgando del techo.

Destaca el milano real, una rapaz diurna caracterizada por su plumaje rojizo, cola ahorquillada y extremos de alas negros, este ave es principalmente carroñera, aunque también caza presas pequeñas. Su presencia es sinónimo de la salud del ecosistema local.

También destaca el buitre leonado, imponente ave rapaz que resalta por su gran envergadura, cabeza y cuello cubiertos de plumaje blanco, y un cuerpo marrón. Principalmente carroñero, el buitre leonado desempeña un papel crucial en los ecosistemas al limpiar cadáveres de animales y contribuir al ciclo natural de descomposición. Estas aves se congregan en colonias y son conocidas por sus vuelos circulares mientras buscan alimento.

Con esta pista de audio, se da por terminada la visita a la Casa del Parque "Huerta de San Salvador". Esta casa es una ventana abierta al Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil. Aquí, puede explorar la geología, la fauna, la flora y la historia de la zona, a través de maquetas, juegos interactivos y vistas desde el mirador que subrayan la importancia de la conservación y aprecio por los ecosistemas del Parque Natural.

Recuerde que, al visitar el Parque, es imprescindible respetar y proteger este hábitat de climas variados, con especies vegetales de todo tipo y animales autóctonos.

Ahora, puede bajar al vestíbulo de recepción y seguir explorando la Casa del Parque "Huerta de San Salvador".

Gracias por su visita.