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Le damos la bienvenida a la Casa del Parque natural de Las Batuecas – Sierra de Francia.

Al igual que en el resto de las casas del parque que se reparten por toda la comunidad de Castilla y León, es la puerta de acceso recomendada a estas áreas naturales. En este centro de interpretación, los monitores le informarán sobre la Reserva Natural y le ayudarán a planificar su visita.

Aquí, se ofrece información sobre especies y hábitats emblemáticos para facilitar la identificación y valoración del patrimonio cultural y natural de estos lugares, de manera respetuosa y promoviendo así la conservación y aprecio por la biodiversidad y la herencia cultural.

La Casa del Parque natural de Las Batuecas – Sierra de Francia se encuentra situada en la localidad de La Alberca, en el sur de Salamanca.

Curiosamente, según la Real Academia de la Lengua, "estar en las Batuecas" se utiliza en el habla para referirse a un estado distraído y ajeno a aquello de que se trata, es decir, absorto y embelesado. Son sensaciones que siguen sintiendo los visitantes de este valle secreto, protegido por escarpadas montañas y donde se localiza un bello bosque de carácter mediterráneo.

La Alberca es un municipio que se ubica en la comarca de Sierra de Francia y que cuenta con una población de poco más de 1000 habitantes. Su nombre proviene del árabe "Al-Bereka", que significa "el estanque" y puede deberse a la presencia abundante de agua en sus alrededores.

La Alberca y todos los municipios dentro del Parque Natural presentan una valiosa arquitectura popular y constituyen un escenario singular de fiestas, costumbres y tradiciones ancestrales, a los que cabe añadir la rica gastronomía y la artesanía local.

Cabe mencionar aquí que la arquitectura de la Casa del Parque simboliza un nuevo bancal en la Sierra y pretende una integración con el entorno minimizando el impacto visual. Como puede observar, está construido en piedra y su tejado es plano.

Nos encontramos en la recepción del edificio donde podrá obtener información y adquirir folletos. Además, en las vitrinas situadas en esta sala, podrá encontrar piezas y productos artesanales típicos de la zona que podrá comprar.

Tras la pared de paneles, se halla un espacio destinado a exposiciones temporales, donde los artistas locales exhiben su trabajo.

La visita comienza frente a la maqueta del Parque Natural, que abarca más de 32.000 hectáreas y se encuentra en la divisoria de dos cuencas hidrográficas: el Tajo y el Duero.

Este Parque Natural cuenta con diversas categorías de protección, como Reserva de la Biosfera por la UNESCO, espacios protegidos en la Red Natura 2000, ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y zonas especiales de conservación, especialmente aquellas asociadas a los hábitats fluviales.

El entorno natural montañoso del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia se caracteriza por valles boscosos y ríos.

En la maqueta, se pueden observar los picos más elevados, como El Hastiala, con 1735 metros, y La Peña de Francia, con 1723 metros. La Sierra de la Peña de Francia divide las zonas climáticas del parque, con la Solana hacia el sur, con un clima mediterráneo y con temperaturas más extremas hacia el norte.

¿Se imagina por qué se le llama "Sierra de Francia" si se encuentra tan alejada de este país?

El nombre se vincula a la repoblación medieval de origen francés, evidenciada por topónimos como Río Francia o apellidos como Gascón, Cascón, Bernal o Galache.

La Sierra de Francia conserva huellas del paso de muchas civilizaciones. Está poblada desde antiguo y se acepta que ya en la prehistoria existían asentamientos humanos, prueba de lo cual hoy se pueden visitar numerosas pinturas rupestres repartidas entre el Valle de la Batuecas y Herguijuela de la Sierra principalmente, zonas de abrigo de cuarcitas y pizarras.

Se han encontrado restos romanos, que se asentaron en el actual municipio de El Cabaco para extraer oro de la zona de las laderas de la Peña de Francia. También se han encontrado restos de un asentamiento visigodo de San Martín de Castañar. Algunos de estos asentamientos han subsistidos hasta hoy día, pero otros han desaparecido o, poco a poco, se han ido transformando en las poblaciones actuales. Los romanos dejaron constancia a su paso con puentes, calzadas y minas pero no fue hasta la Edad Media cuando la sierra se consolidó como centro de peregrinación mariana tras el descubrimiento de la Virgen de la Peña de Francia, conocida como "la negra" o "la morena". Cuenta la leyenda, que en 1434, a Simón Vela, un estudiante francés, se le apareció la Virgen en París y le pidió que la buscara en una peña. Cuando llegó a Salamanca, escuchó hablar de la Peña de Francia y ahí fue donde la encontró.

Ya en el siglo XIX, los pueblos lucharon por la figura de la Virgen, lo que le causó desperfectos en la talla original. Por este motivo, se construyó una nueva talla, que tiene la particularidad de albergar en su interior la antigua.

Diríjase hacia la entrada de la exposición permanente. Aquí, encontrará un espacio abierto con paneles informativos sobre los municipios que forman parte del Parque Natural, desde Cepeda hasta Monforte de la Sierra y desde Monsagro hasta San Martín del Castañar.

La Peña de Francia, con sus 1723 metros, destaca como un mirador natural excepcional que permite contemplar las comarcas vecinas y parte de las tierras cacereñas, siendo considerada uno de los santuarios marianos más altos del mundo. Desde su cima, donde se erige el monasterio, se pueden observar diversas localidades, como Mogarraz, San Martín del Castañar, Sequeros, Miranda del Castañar y La Alberca. ¿Sabía que La Alberca es el primer Conjunto Histórico Artístico declarado en España en 1940?

El ventanal del fondo actúa como mirador, ofreciendo vistas panorámicas de tres bancales delimitados por muretes de piedra. Los bancales son una forma tradicional de aprovechar el territorio en zonas de pendiente pronunciada, empleada desde tiempos antiguos en la Sierra de Francia. Estos bancales, utilizados para labores agrícolas como el cultivo de olivos y viñas, buscan minimizar la erosión del suelo y permiten ampliar la superficie cultivable.

Entre las salas 2 y 3 encontrará un bancal abandonado, en el cuál aparecen otras especies de árboles y arbustos que crecen cuando ya no interviene el ser humano sobre ellos desde el punto de vista agrícola.

Se encuentra en la primera sala de la exposición permanente. En el suelo, hay una imagen rectangular que representa el mapa del Parque Natural

En el panel y pedestales inferiores, puede observar el fondo marino del antiguo mar de Tetis y la representación de las distintas fases de la formación geológica de la zona, y que se inició hace 450 millones de años.

En la vitrina que marca el inicio de esta pared, se exhiben fósiles y crucianas de amonites y trilobites, que abren una ventana fascinante hacia el pasado y permitiendo a los visitantes apreciar la riqueza geológica de esta región.

Este lugar estaba sumergido bajo el mar hace aproximadamente 450 millones de años. Era hogar de organismos tan notables como los trilobites, cuyos fósiles aún se pueden encontrar en las rocas de esta sierra, específicamente en las cuarcitas. Estas cuarcitas son rocas metamórficas de origen sedimentario que también exhiben las crucianas, rastros dejados por estos organismos mientras se desplazaban por el lecho marino.

Debido a la fuerza de las placas tectónicas, en la región se formaron picos y valles que, con el tiempo, fueron sometidos a la acción erosiva. Posteriormente, la zona se fracturó en varios bloques, uno de los cuales se elevó, dando origen a lo que ahora es la Sierra de Francia.

Siga avanzando por la sala hasta el panel del "Espacio Vivo, medio natural" y que describe las cumbres, los bosques y los ríos presentes en la zona.

La singularidad faunística de este Parque es de gran interés, no solo en el ámbito de Castilla y León, sino a nivel nacional. Esto se debe a la presencia de especies emblemáticas como el lince ibérico, que está catalogado en peligro de extinción, a la cabra montés y el corzo, que fueron reintroducidos en los años 70, y a una gran diversidad de mamíferos como la nutria, el gato montés, la gineta y diversas especies de murciélagos, algunos endémicos.

El Parque también alberga una colonia de buitre negro, lo que lo ha llevado a la designación como Zona de Especial Protección para las Aves. Destacan otras aves como la cigüeña negra, el águila real, el halcón peregrino, el alimoche, el búho real, el aguilucho cenizo, el cernícalo primilla, el águila imperial y el buitre leonado.

La diversidad de hábitats favorece la presencia de reptiles y anfibios, incluyendo especies endémicas como el lagarto verdinegro, la lagartija batueca y la lagartija de bocage. Destaca la lagartija de la Sierra de Francia, un vertebrado exclusivo recientemente descubierto. Entre los anfibios destacan el tritón ibérico, el sapo partero ibérico, la rana patilarga y el sapillo pintojo.

En cuanto a los peces, se encuentran especies como la trucha común, el barbo ibérico, la boga, la bermejuela y la colmilleja.

Respecto a la flora, en las cumbres destacan las formaciones vegetales que incluyen matorrales de altura como el piorno y el cambrión. En las zonas inferiores, se encuentran los melojares, compartiendo espacio con los castañares, robles, carballos y hayas.

Destacar el ejemplar de haya que se localiza en Herguijuela de la Sierra, siendo posiblemente el árbol más reconocido de la provincia de Salamanca, al tratarse del ejemplar de esta especie ubicado más al sur de Europa.

Este árbol, con una altura impresionante de 33 metros y un robusto porte, ha creado un microclima beneficioso a su alrededor. Su ubicación junto a un arroyo y a un bosquete de alisos contribuye a mantener la humedad ambiental y la del suelo. Curiosamente, a principios del siglo XX, varios ejemplares de haya poblaban la sierra, pero actualmente solo sobrevive este.

El haya, un árbol robusto de crecimiento lento, puede alcanzar alturas de hasta 40 metros y presenta una corteza lisa de tono gris con un tronco largo y regular. Su follaje denso y su amplia copa, de hojas caducas de color verde oscuro y brillante que se tornan amarillas en otoño, hacen de él una especie destacada. Con una longevidad aproximada de 250 años, puede llegar a vivir hasta 500 años en condiciones excepcionales. Además de proporcionar sombra, el haya desempeña un papel vital en la protección y enriquecimiento del suelo forestal gracias a la abundante hojarasca que produce. Los frutos, llamados hayucos, son comestibles y están cubiertos por una cúpula espinosa. Son muy parecidos a una castaña.

Mencionarle que la extensión de melojos, conocidos como robles negros, es significativamente menor de lo que se esperaría. Esto se debe a la sustitución por plantaciones de pino resinero, pino silvestre, eucaliptos y matorrales y a la reforestación en zonas incendiadas con piornos, brezos y retamas. Por último, es importante señalar la presencia de árboles de hojas duras como alcornoques, encinas, madroños, durillos, jara pringosa, labiérnago y enebros.

Aquí, se representan los diversos paisajes etnográficos del parque y cómo se han aprovechado sus recursos. El panel se divide en tres áreas que corresponden a la piedra, la tierra y el agua.

A lo largo del parque, puede encontrar abrigos rupestres, un conjunto extenso de pinturas prehistóricas que se hicieron desde el Neolítico Medio hasta el Neolítico Final y el Calcolítico. Todos estos abrigos se catalogaron como Bienes de Interés Cultural en el año 2000.

Las imágenes reproducen sencillas figuras animales y humanas mediante barras o puntos, con colores como el ocre, rojo, negro, amarillo y blanco.

Continúe el itinerario hasta la pared del fondo de la sala.

Encontrará un rompecabezas compuesto por tres cubos que muestran fotografías de árboles, troncos y hojas. Puede girar los cubos de manera independiente, permitiendo alinear cada árbol con su tronco y sus hojas. A la derecha, hay un pequeño cajón con troncos cortados de diferentes árboles.

En la parte posterior de la maqueta de la ladera hay una zona de trabajo en la que puede oler, tocar y oír el bosque.

Estos sentidos son esenciales para disfrutar plenamente de la naturaleza, ya que le permite conectarse íntimamente con el entorno. El oído captura los sonidos relajantes de la naturaleza, el olfato percibe los aromas frescos y característicos del bosque y el tacto le conecta físicamente con la textura de los elementos naturales. Esta conexión profunda con la naturaleza no solo mejora el disfrute del parque natural, sino que también tiene beneficios para la salud mental y emocional, convirtiendo la experiencia en algo enriquecedor y rejuvenecedor.

En la pared del fondo encontrará un puzle para construir un paisaje utilizando las piezas que se encuentra en la mesa.

En el pedestal, un interactivo muestra varias tapas con huellas de animales de la zona. Al levantar cada tapa, podrá identificar a qué animal pertenece cada huella.

Al final de la sala, puede encontrar más paneles con información sobre pesca, caza, bosques e incendios.

La caza y la pesca pueden tener impactos significativos en los ecosistemas forestales y en la biodiversidad si no se gestionan adecuadamente, al igual que los incendios, que devoran todo a su paso.

En el centro de la sala se encuentra una maqueta de una ladera con una torre de observación. Esta maqueta se utiliza normalmente para jugar con los niños a encontrar especies animales en cada zona, por ejemplo, un águila real en las zonas altas.

A su izquierda, se encuentran paneles que abordan temas relacionados con la gestión, conservación, biodiversidad, recursos, calidad de vida, protección y cuidados en el parque natural. La sostenibilidad es esencial para mantener el equilibrio necesario en el territorio y el desarrollo es fundamental para seguir progresando y convertirlo en un espacio para todos.

La sostenibilidad es de vital importancia en un parque natural, ya que garantiza la preservación a largo plazo de la salud y diversidad del ecosistema, asegurando que las generaciones futuras puedan disfrutar de sus beneficios. Para lograr un enfoque sostenible, es necesario gestionar cuidadosamente los recursos naturales, minimizar la huella ambiental de las actividades humanas y fomentar la conservación de la flora y fauna autóctonas. Al adoptar prácticas sostenibles, se mantiene el equilibrio ecológico, se preserva la biodiversidad y se proporcionan hábitats saludables para las especies. Además, promover el turismo sostenible y educar a los visitantes sobre la importancia de respetar y apreciar el entorno natural contribuye a la conciencia ambiental y al compromiso global con la protección de nuestros preciados espacios naturales.

Salga de esta sala, cruce la zona intermedia y pase a la sala dos.

En el centro de esta sala dos, se encuentran seis pedestales con terrarios que albergan maquetas de animales pertenecientes al parque.

Esta sala temática trata sobre los líquenes, musgos y helechos, así como de anfibios y reptiles, junto con otras especies emblemáticas del Parque Natural, como mamíferos, aves y peces.

En este espacio, se proporciona información y se exhiben maquetas de diversas especies de anfibios y reptiles, así como animaciones que representan el crecimiento de los helechos.

Los helechos son plantas sin semilla. Con una historia evolutiva que se remonta a cientos de millones de años, los helechos han colonizado una amplia variedad de hábitats en todo el mundo, desde los bosques tropicales hasta los ambientes áridos. Caracterizados por sus hojas llamadas frondas, los helechos se reproducen a través de esporas y exhiben un ciclo de vida fascinante. Estas plantas prefieren ambientes sombreados y húmedos, prosperando en suelos ricos en materia orgánica. Su papel en la ecología es crucial, ya que contribuyen a la formación y retención del suelo, proporcionan hábitats para diversas especies y desempeñan un papel destacado en los ciclos hidrológicos. Los helechos, con su elegante apariencia y características biológicas únicas, han capturado la fascinación de botánicos y amantes de la naturaleza por igual.

Acérquese a los terrarios .

El primero está dedicado a los bosques. Aquí, se presentan maquetas de culebrilla ciega, eslizón tridáctilo ibérico, salamandra común y sapo común.

En el segundo terrario, dedicado al matorral y pastizales, se representan a la lagartija colirroja, la culebra bastarda y la lagartija cenicienta.

En el terrario asignado a los arroyos, las maquetas representan al lagarto verdinegro, rana patilarga, culebra de collar y galápago leproso.

En el siguiente terrario, correspondiente a las charcas, se encuentran maquetas de rana común, ranita de San Antonio, culebra viperina y galápago común.

El terrario siguiente, dedicado a las fuentes, exhibe maquetas de gallipato, tritón jaspeado, tritón ibérico, sapo corredor y sapo partero común.

El siguiente, exhibe maquetas de lagarto ocelado, culebra de escalera y salamanquesa común.

El último terrario contiene maquetas de los animales propios de los canchales, entre los que destaca la lagartija serrana, una especie muy especial al ser endémica de este Parque Natural y encontrarse en peligro de extinción.

En el rincón, encontrará una mesa donde se exhiben plumas, una piel de serpiente, el cráneo de un corzo, huellas de animales en círculos de barro y la maqueta de una abubilla. Reflejo indirecto y de gran importancia de la vida de la zona.

Los rastros que dejan los animales son esenciales para entender la vida silvestre y los ecosistemas. Estos proporcionan valiosa información sobre la identificación de especies, el comportamiento animal, la salud de las poblaciones y la biodiversidad de un área. Las huellas, por ejemplo, revelan detalles sobre la locomoción y el tamaño del animal, mientras que las plumas y los huesos ofrecen pistas sobre la reproducción, alimentación y patrones migratorios. Además, los rastros son fundamentales para la investigación paleontológica, contribuyendo a la comprensión de la evolución y la historia de la vida en la Tierra. En conjunto, el estudio de estos rastros es esencial para la conservación y el monitoreo de la vida silvestre.

Vaya hasta la pared del fondo de la sala, en el monitor podrá elegir uno de los vídeos que cuentan la vida, la estructura y el vuelo de las distintas aves carroñeras que puede hallar en el parque. Hay vídeos sobre alimoches, buitres leonados, buitres negros, cuervos, milanos, entre otros.

En los cielos de muchas regiones, el majestuoso vuelo de aves como el alimoche, el buitre leonado, el buitre negro, el cuervo y el milano contribuye a la riqueza de la biodiversidad. El alimoche, con su distintivo plumaje blanco y negro, es conocido por su papel en la limpieza de carcasas y su preferencia por hábitats áridos. Por otro lado, el buitre leonado, con su envergadura imponente, desempeña un papel crucial en el ciclo de descomposición de animales muertos, contribuyendo al equilibrio del ecosistema. El buitre negro, más raro y de plumaje oscuro, también cumple con este importante servicio ecológico. Los cuervos, aves inteligentes y adaptativas, se encuentran entre los habitantes más versátiles, mientras que los milanos, con su vuelo ágil, se destacan por su destreza en la caza y su presencia en diversos entornos. Estas aves, cada una con sus características únicas, desempeñan roles fundamentales en la naturaleza, destacando la interconexión y la importancia de la conservación para garantizar la salud de los ecosistemas.

En el rincón de la pared derecha, se muestra un mural con información sobre las especies que viven en los ríos de la zona y maquetas a tamaño real de peces como bermejuela, sarda, calandino, boga del tajo, boga del Duero y colmilleja. Hay que destacar la colmilleja del Alagón, un endemismo exclusivo de la cuenca del Alagón, incluyendo el Jerte y otros ríos pertenecientes a dicha cuenca.

A continuación, encontrará cuatro paneles del proyecto Life Cipriber que contienen un cómic sobre la protección y la conservación de ciprínidos ibéricos.

Es un espacio que busca reflejar los cambios históricos en el paisaje para su interpretación y conocimiento. Además, destaca la participación de la población local con sus oficios y tradiciones, que son considerados dignos de ser conocidos y preservados.

En las pantallas, se muestra el proceso artesanal de elaboración de cestos y se relatan los cambios en los modos de vida a través de las historias de tres generaciones de habitantes del Parque. También se resalta el orgullo de las mujeres de la zona al trabajar el bordado Serrano, un arte peculiar lleno de animales fantásticos. Cada mujer crea su propio diseño, y algunos de estos bordados se exhiben en los balcones, llegando a ser utilizados como estandartes, emblemas y símbolos identitarios en algunos pueblos.

En la parte trasera de los bloques del centro de la sala hay tres ventanas con un dibujo que representa la evolución de la sierra con imágenes de los años 50, en la primera ventana, de los 60 y 70, en la segunda y de los 90 y los años 2000 en la tercera.

Ahora, salga de la sala y diríjase hacia la sala 3

El ventanal situado entre las salas 2 y 3, le ofrece una vista de un bancal abandonado. En esta área, han prosperado diversos árboles y arbustos al no haber intervención humana desde un punto de vista agrícola.

En el suelo, puede observar grandes tallas de madera que representan animales, como el tejón, la garduña, el galápago y la mantis religiosa. Estas esculturas, de tamaños no proporcionales a la realidad, han sido creadas por la artista salmantina Vega Bermejo.

Continúe el recorrido y atraviese el espacio entre la sala dos y la sala tres, donde se proyecta un audiovisual.

En esta sala se proyecta un audiovisual que muestra los recursos del rico Patrimonio Natural y Cultural de la Sierra de Francia.

En sus paredes se exhibe una exposición de pinturas de Francisco Valencia, artista valenciano que visitó La Alberca por primera vez en 1964. Sus cuadros costumbristas de pincelada hiperrealista representan

escenas típicas de la cultura y tradición serrana, destacando los trajes típicos con una simbología especial, especialmente el traje de vistas utilizado en bodas y cargado de amuletos.

¿Sabía que este traje regional es el más lujoso de España, con joyas llamativas y collares de bolas de plata?

También, se pueden apreciar otras manifestaciones de la artesanía local, como cerámica, cestería y la elaboración de muebles en madera de nogal y castaño, algunos de los cuales se exhiben en las estanterías del área de recepción de visitantes.

Con esta pista de audio, se da por terminada la visita a la Casa del Parque natural de las Batuecas y de la Sierra de Francia, donde se destaca la singularidad de sus paisajes, la riqueza de su fauna, fósiles de épocas prehistóricas, la orografía con su diversidad de ecosistemas y la interrelación de estos con los productos y gastronomía local.

Si desea obtener más detalles, está invitado a acercarse al mostrador de recepción o hablar con cualquiera de los monitores en la Casa del Parque.

Gracias por su visita.