Vino de la Tierra de Castilla y León
- Tipo de la ruta
- Varios días
¿Cómo son los vinos de la IGP «Castilla y León»?
Los vinos amparados por la IGP «Castilla y León», en su denominación tradicional, «Vino de la Tierra de Castilla y León», pueden ser: vinos tranquilos (blancos, rosados y tintos), vinos de licor, vinos espumosos de calidad elaborados por el método tradicional, vinos de aguja y vinos de uva sobremadura.
- Los vinos blancos jóvenes son frescos y afrutados, con gran presencia en boca, lo que les diferencia, de una manera especial, de los vinos blancos jóvenes que se elaboran en otras regiones.
- Los vinos rosados, especialmente los que se elaboran en las zonas tradicionales para este tipo de vino, son frescos, con aromas a frutas rojas y con un agradable paso de boca. Si son de Prieto Picudo, resultan muy especiales, con un importante cuerpo y recuerdo frutal en la vía retronasal. También la aguja que conservan algunos, les da un toque especial.
- Los vinos tintos son potentes, con aromas a fruta madura, gran carga de materia colorante, buena estructura y gran capacidad para crianzas largas.
- Los vinos espumosos, aunque se han empezado a elaborar más recientemente, resultan frescos, delicados y con un perfil aromático complejo marcado por la variedad y las notas propias de la crianza con las lías.
- Los vinos de aguja corresponden a una elaboración muy tradicional en algunas zonas de Castilla y León. Suelen ser vinos rosados, con mayor intensidad de color, frescos, gran viveza, acentuada por la aguja y mayor estructura en boca.
- Por último, los vinos de licor y de uva sobremadura son vinos con grado alcohólico elevado, procedentes de uvas muy maduras o sobremaduradas, aromas complejos, con rasgos de crianzas oxidativas, en muchos casos. Sus características recuerdan a las elaboraciones tradicionales de Andalucía Occidental.