Santo Domingo de Guzmán
Nacido en la localidad burgalesa de Caleruega en 1170 en el seno de una familia emparentada con los reyes de Castilla, de León, de Aragón, de Navarra y de Portugal, a la temprana edad de seis años ya manifestó su clara vocación religiosa y sus deseos de acumular conocimientos.
Se formó en Humanidades, Filosofía y Teología, llegando a ser Canónigo Regular de la Catedral de Osma y embajador real entre otros cargos de responsabilidad. Pero fue su carácter emprendedor y de predicador incansable lo que sentó las bases de su legado más importante. Convencido de su vocación misionera y de que debía contribuir a frenar el descontento surgido en el sur de Francia frente a las normas dictadas desde Roma por parte de los entonces denominados "herejes cátaros", inició su cruzada particular para convencerles de su error, creando un movimiento de predicadores que más tarde daría lugar a la Orden Dominicana.