Figura clave de la historia del reino de Castilla y León, hija del infante Alfonso de Molina, hermano del rey Fernando III, nieta de Alfonso IX de León y de la reina Berenguela, nació en 1260 y fue reina tres veces. Primero tras su matrimonio con Sancho IV, después como regente de su primogénito Fernando IV y más tarde, por un breve espacio de tiempo hasta su fallecimiento en 1321, como tutora de su nieto, el futuro Alfonso XI. Su figura fue esencial para mantener el poder en una época marcada por las intrigas palaciegas y las disputas entre los distintos reinos de la península. Está considerada una de las grandes reinas de la historia de España por su gran habilidad para las negociaciones en defensa de los intereses de la Corona y del bien común frente al conflicto. Su sepulcro se halla en la iglesia monasterio de las Huelgas Reales de Valladolid.