El famoso chuletón de Ávila es el rey de la gastronomía local, pero en la mesa está muy bien escoltado por platos de gran tradición como las patatas revolconas con crujientes torreznos, la sopa castellana, el cocido Morañego o los platos de cuchara con las excelentes legumbres de la zona como protagonistas. Las yemas de Santa Teresa son el broche perfecto.