Audioguía de "Casa del Parque 'Hoces del Río Riaza'"
Bienvenida a la Casa del Parque Hoces del Río Riaza
Pista 1. Bienvenida a la Casa del Parque Hoces del Río Riaza
Le damos la bienvenida a la Casa del Parque Hoces del Río Riaza.
Al igual que en el resto de las casas del parque que se reparten por toda la comunidad de Castilla y León, es la puerta de acceso recomendada a estas áreas naturales. En este centro de interpretación, el personal le informará sobre la Reserva Natural y le ayudarán a planificar su visita.
Aquí, se ofrece información sobre especies y hábitats emblemáticos para facilitar la identificación y valoración del patrimonio cultural y natural de estos lugares, de manera respetuosa y promoviendo así la conservación y aprecio por la biodiversidad y la herencia cultural.
Esta Casa se encuentra situada en la localidad de Montejo de la Vega de la Serrezuela, en la zona Nordeste de la provincia de Segovia, limitando con Burgos y Soria.
El edificio se completó en 2002 y la exposición permanente se inauguró en 2004. Además de la exposición, se llevan a cabo actividades de Educación Ambiental con grupos escolares y voluntariados ambientales. La Casa del Parque presenta diversas áreas temáticas que forman parte de una exposición permanente, incluyendo un audiovisual sobre los recursos naturales del Parque Natural.
Además, puede obtener un resumen de los textos de los paneles en inglés, francés y Braille.
Unos metros antes de la entrada, un gran panel informativo le da la bienvenida hablando sobre el parque natural Hoces del río Riaza.
El Parque, ubicado en el nordeste de la provincia de Segovia cerca del límite con Burgos, se extiende a lo largo del río Riaza, que divide el área en tres zonas distintas. La primera, entre Maderuelo y la presa de Linares del Arroyo, presenta un relieve suave con el río embalsado desde 1951. Luego, entre la presa y el arroyo de El Casuar, el río forma un cañón calcáreo de hasta 150 metros de profundidad. Finalmente, desde el arroyo hasta Montejo de la Vega, el río crea un valle asimétrico con una vega fértil. La vegetación en el páramo es predominantemente esteparia, con parches de arbolado adaptado a la continentalidad del clima. Destacan los cortados calizos, propicios para aves de roquedo y el embalse de Linares del Arroyo, que se convierte en un área clave para la invernada de aves acuáticas.
Recepción
Pista 2. Recepción
Entre ahora en la Casa del Parque.
Llegará a un vestíbulo con la Tienda verde, donde puede adquirir productos de la zona y un recuerdo de su visita.
Frente a la entrada, a la derecha de la tienda verde, se abre una puerta que da paso a una sala con exposiciones temporales y donde se hacen talleres, reuniones y otras actividades culturales.
De vuelta al vestíbulo, hay unas repisas con revistas y folletos con información sobre el parque.
Continúe y cruce hasta el mostrador de atención al público, donde los monitores del parque le ayudarán a planificar su visita.
Al fondo de esta área de recepción, se abre una sala a la derecha donde se encuentran los aseos.
Creación de las hoces
Pista 3. Creación de las hoces
A la izquierda del mostrador, una cortina con imágenes de las hoces del río le da paso a la exposición permanente.
El primer panel a su izquierda, le habla del proceso kárstico que ha formado las hoces del río Riaza.
Durante el periodo Cretácico, esta región estaba sumergida bajo el mar, donde los sedimentos calcáreos se acumularon y compactaron. Después, el mar retrocedió, exponiendo estas rocas calizas, que fueron elevadas por la Orogenia Alpina a través de pliegues y fallas. En la etapa posterior del Cuaternario, ocurrió la incisión de la red fluvial. La acción erosiva del agua del río Riaza a lo largo de millones de años ha dado forma a este singular cañón. Además, se han generado fenómenos kársticos, dando lugar a diversas oquedades y cuevas. Un karst se produce por disolución indirecta del carbonato cálcico de las rocas calizas debido a la acción de aguas ligeramente ácidas. Las aguas superficiales y subterráneas van disolviendo la roca y creando galerías y cuevas que, por hundimiento parcial, forman dolinas y, por hundimiento total, forman cañones.
Bajo el panel, utilice los dos prismáticos para descubrir lo que hay tras ellos.
A continuación, en un pequeño pedestal de menos de un metro, se muestran dos rocas.
Biodiversidad
Pista 4. Biodiversidad
En los paneles siguientes a la izquierda, se destaca la diversidad de ecosistemas, que incluyen saludables y densos encinares, sabinares en proceso de regeneración, bosques ribereños bien conservados con árboles como sauces, fresnos y chopos y extensos páramos con abundante vegetación de pequeño porte, resaltando las plantas aromáticas.
También se mencionan paredes rocosas donde predominan las especies rupícolas, áreas de cultivo, tanto de secano como de regadío, y finalmente, una zona húmeda que abarca el Pantano de Linares y el curso del río Riaza. Estas especies rupícolas son aquellas que crecen o viven sobre rocas prácticamente desnudas, en cortados y con pendientes muy pronunciadas, con un suelo de escaso desarrollo
La rica diversidad que se encuentra en los páramos del parque, tanto en flora como en fauna, pasa inadvertida debido a la uniformidad del paisaje. En este contexto, las adaptaciones de los organismos que habitan en él se centran en el mimetismo para la fauna y en el escaso porte para la flora. Estas adaptaciones son resultado de suelos poco desarrollados, pobres y de origen calcáreo, además de condiciones climáticas adversas como fuertes vientos, altas temperaturas en verano y heladas en invierno.
En este ecosistema, los cultivos de cereales de secano son notablemente relevantes desde el punto de vista socioeconómico. En cuanto a la fauna, se destacan aves como la perdiz roja, la alondra, la cogujada y el alcaraván, así como mamíferos como el conejo, la liebre y el zorro.
La flora está mayormente compuesta por arbustos como la aulaga, y también incluye plantas aromáticas como el tomillo, el espliego y la salvia.
A lo largo de la zona, también se dan zonas de bosques.
Estos ecosistemas se encuentran dentro del cañón y están mayormente compuesto por vegetación de hoja perenne, principalmente sabinas y encinas. En una extensión reducida, también se encuentran quejigos, que son de hoja caduca.
La sabina albar muestra una notable capacidad para sobrevivir en terrenos con suelos empobrecidos, baja precipitación y amplias variaciones de temperatura. Su crecimiento es lento y tiene una vida útil prolongada, tendiendo a formar bosques abiertos y espacios despejados.
A pesar de que la encina y el quejigo comparten la misma familia, presentan algunas diferencias significativas. La encina tiene hojas duras que permanecen durante el invierno, cubriendo las laderas de solana con un verde oscuro. En cambio, el quejigo, con hojas más lustrosas que se desprenden en invierno, tiene una mayor exigencia de humedad y se encuentra en algunas laderas de umbría.
Existe una fauna vinculada a este tipo de vegetación, compuesta por mamíferos de gran tamaño como el jabalí, el corzo y el gato montés. Asimismo, mamíferos más pequeños como la comadreja o la garduña encuentran refugio en este entorno. En el ámbito aviar, se destaca la presencia del águila real.
La diversidad de ecosistemas en este lugar contribuye a que la fauna sea sumamente variada, destacando especialmente las aves, en particular las rapaces. El Buitre leonado es la especie más emblemática, formando la colonia más grande de Europa y posiblemente del mundo. Además, comparten el hábitat el alimoche, el águila real, el halcón común, el búho real, entre otros. Entre los mamíferos, el corzo y el jabalí son destacados, sin olvidar la presencia de la nutria.
En cuanto a los reptiles, se encuentran culebras como la de escalera, la bastarda y la víbora, y anfibios como el sapo partero y el corredor. También se observan peces, principalmente barbos y truchas.
Bajo estos paneles, hay un banco en el que puede descansar. Frente al banco, se muestra una maqueta a escala del Parque Natural que ilustra las diferencias entre la zona del embalse y la del río, que incluye paredes y cañones. Los paneles proporcionan detalles sobre las características de los diversos ecosistemas presentes en el Parque.
A continuación, hay una maqueta del terreno del páramo, con el suelo rocoso y con unas pequeñas plantas.
Al lado, nace un pequeño muro con tres paneles con dibujos de la fauna que habita la ribera, el cantil y el bosque.
Los pueblos
Pista 5. Los pueblos
Rodee este pequeño muro y continúe junto a la pared izquierda.
Llegará a la esquina de la pared. En el primer panel perpendicular a la pared izquierda, se exhiben unos paneles con imágenes antiguas de la gente de las poblaciones que forman el parque natural hoces del Riaza, que son: Maderuelo, Montejo de la Vega de la Serrezuela y Valdevacas de Montejo.
A partir del Siglo XI, Maderuelo se convierte en una Comunidad de Villa y Tierra, donde varios núcleos dependían jurídica y administrativamente. Con una población de 150 habitantes, conserva en buen estado sus murallas y puertas medievales, que actualmente supervisan el embalse de Linares del Arroyo. El antiguo puente de origen romano se hace visible cuando el nivel del agua de dicho embalse disminuye. Las dos iglesias dentro del conjunto amurallado, de estilo románico, y el conjunto monumental del pueblo, con sus casas y blasones, son elementos destacados.
Al igual que Maderuelo, Montejo también tuvo el estatus de Comunidad de Villa y Tierra. Se preservan vestigios de fortificaciones y en el ámbito de la arquitectura tradicional, sobresalen las viviendas con fachadas de piedra, las bodegas y un molino que en el pasado generaba harina durante el día y suministraba electricidad por la noche a los pueblos cercanos. La población actual se estima en alrededor de 200 habitantes.
Por último, Valdevacas de Montejo, situado en lo alto del páramo, mantiene en buen estado el antiguo lavadero y los palomares que eran clave para la economía familiar. Su población actual ronda los 30 habitantes. La base económica sigue siendo la agricultura y la ganadería, y al formar parte de la Denominación de Origen Ribera del Duero, se cultiva viñedo. Además, el Parque Natural debe contribuir a consolidar la creciente tendencia en el turismo, un sector que podría llegar a ser significativo en la zona.
Rincón de la memoria
Pista 6. Rincón de la memoria
A la derecha de estos paneles, un gran panel con imágenes en blanco y negro, ofrece información sobre Linares del Arroyo, el pueblo que quedó sumergido en el embalse. En 1951, tras la construcción de la presa y la expropiación de los terrenos pertenecientes al municipio de Linares del Arroyo, se llevó a cabo la reubicación de sus habitantes en el municipio burgalés de La Vid. En la actualidad, las ruinas de Linares yacen bajo las aguas del embalse, emergiendo solo en períodos de sequías intensas.
Hoticiano y Fidel José Fernández y Fernández de Arroyo
Pista 7. Hoticiano y Fidel José Fernández y Fernández de Arroyo
A continuación, en la pared siguiente, hay un cartel dedicado a Hoticiano, que fue uno de los guardias que más tiempo ha estado trabajando en el refugio de rapaces de Montejo de la Vega.
A su lado, otro panel dedicado a Fidel José Fernández y Fernández de Arroyo, un naturalista apasionado de las hoces de Riaza y el encargado de los censos. Realizó numerosos estudios sobre la fauna del refugio de rapaces de Montejo y recopiló todas las citas de las observaciones de fauna que se realizaban en el entorno.
El buitre leonado
Pista 8. El buitre leonado
A la derecha de este panel, se muestra una réplica exacta de un buitre leonado sobre unas rocas.
El buitre leonado es una rapaz de gran tamaño, tiene un peso que oscila entre 8 y 10 kilos, con una envergadura que supera los 2,5 metros. Su plumaje es predominantemente marrón ocráceo. Su cabeza, relativamente pequeña, está cubierta de plumas blancas y presenta una piel facial desnuda y arrugada de tonalidad amarilla o rosada. Con ojos grandes y oscuros, el buitre leonado tiene un pico fuerte y curvado adaptado para desgarrar carne de animales muertos. Sus patas robustas terminan en garras afiladas, mientras que la cola es corta y cuadrada. En vuelo, exhibe alas anchas y planas, aprovechando las corrientes térmicas para planear largas distancias en busca de carroña.
Esta especie representa una de las mayores colonias de Europa, con más de 700 parejas censadas en el año 2023.
Su ciclo reproductor se distingue por su extensa duración. La puesta de un único huevo tiene lugar entre diciembre y enero, y tras 54 días de incubación, nace el polluelo, que permanecerá bajo el cuidado de sus progenitores durante los siguientes cuatro meses, momento en el cual abandona el nido.
Historia del Parque natural
Pista 9. Historia del Parque natural
Junto al buitre, se levanta una pared, que crea un espacio semicerrado.
En la derecha, se exhiben varios paneles verticales con fotografías e información sobre la cronografía de la historia del parque y del territorio.
En 1974, Montejo de la Vega se convirtió en el primer lugar a nivel nacional en firmar un acuerdo de custodia del territorio, marcando el inicio de la historia de este parque natural.
En ese momento, el espacio comprendía dos refugios de fauna: uno de 315 hectáreas, gestionado por la Confederación Hidrográfica del Duero, y otro de 2100 hectáreas, a cargo de WWF/ADENA.
El refugio de rapaces de Montejo de la Vega, inaugurado en 1975, fue declarado en 1974 con la colaboración de Adena y Félix Rodríguez de la Fuente, el entonces vicepresidente de Adena. La historia del parque comenzó tres décadas antes de su designación oficial, con el primer acuerdo de custodia del territorio con el pueblo de Montejo, adquiriendo derechos de caza para proteger a las aves rapaces que anidan allí. Se estableció un muladar para alimentar a los buitres y Hoticiano fue contratado como guarda hasta su jubilación, siendo su hijo Jesús quien continuó en el cargo.
En 1987, el parque fue incluido en el catálogo de Áreas Importantes para las Aves y designado como ZEPA, siglas de Zona de Especial Protección para las Aves, ese mismo año, con una expansión en el 2000. En 1991, se incorporó al inventario de zonas de interés potencial para la Red Natura 2000 y formó parte de la Red de Espacios Naturales de Castilla y León, así como en el Plan de Espacios Naturales Protegidos, con el objetivo de ser declarado Parque Natural.
En 1999, el gobierno español lo propuso como Lugar de Interés Comunitario. Finalmente, el 21 de diciembre de 2004, la Junta de Castilla y León lo declaró Parque Natural Hoces del Río Riaza, destacando por su singularidad geomorfológica, botánica y la rica comunidad de aves rupícolas que alberga.
En vivo y en directo
Pista 10. En vivo y en directo
En el centro de este espacio, hay un pedestal con una palanca que le permite controlar una cámara de vídeo en tiempo real colocada en un nido de buitre leonado.
Tras la pared curva con carteles, se exhiben unos dibujos de otras aves que pueblan esta zona.
¿A qué huele el parque?
Pista 11. ¿A qué huele el parque?
A continuación, en la siguiente pared, al doblar la esquina, encontrará una estantería hecha con un palé de madera en la que hay diferentes tarros con plantas aromáticas que se pueden encontrar a lo largo del parque.
Ecosistemas acuáticos
Pista 12. Ecosistemas acuáticos
Siguiendo la pared, hay unos paneles sobre los ecosistemas acuáticos del río Riaza.
Los árboles de ribera se caracterizan por ser de hoja caduca y tener un crecimiento relativamente rápido, lo que brinda estabilidad a las orillas del río y ofrece refugio a una variedad de aves y otros animales. Entre las especies arbóreas más comunes en esta área se encuentran el sauce, con hojas alargadas de un verde intenso; el chopo, que destaca por sus hojas en forma de corazón y gran altura; y el fresno, cuyas hojas compuestas y semillas dispersadas por el viento al final del verano lo distinguen de los anteriores. Junto a estos árboles, se encuentran arbustos de menor tamaño como el majuelo, el rosal silvestre y la zarzamora. En áreas aisladas del río, se pueden apreciar el nenúfar amarillo y el lirio silvestre, que añaden color al entorno.
En cuanto a las especies animales asociadas a este ecosistema, destacan la trucha, que requiere aguas limpias, frías y oxigenadas; la nutria, que es el mamífero característico del río Riaza y un indicador biológico de la calidad del agua; y el cangrejo de señal, introducido en los años setenta y presente en la mayoría de los ríos españoles.
Fósiles
Pista 13. Fósiles
A la izquierda, hay un vitrina con una imagen de las hoces del Riaza de fondo.
En la vitrina se exhiben fósiles que cuentan la historia de la formación del roquedo, de la sedimentación de los mares primitivos y los testigos que han llegado hasta hoy día.
En la parte superior, se muestra una imagen del cortado, un ecosistema compuesto por paredes verticales de roca caliza que presenta numerosas oquedades formadas por la disolución del agua.
La roca caliza, una roca sedimentaria principalmente compuesta de carbonato cálcico, exhibe un tono gris anaranjado debido a impurezas como arcillas u óxidos. Dada su procedencia marina, es rica en fósiles.
Aunque parece carecer de vegetación, en realidad, una diversidad de plantas habita en este entorno, conocidas como plantas rupícolas. Estas plantas se han adaptado al escaso suelo disponible en repisas y grietas y han desarrollado estrategias para garantizar el agua, creciendo solo durante los periodos propicios y permaneciendo en forma de bulbos o rizomas el resto del año. Entre las más destacadas se encuentran los zapatitos de la Virgen, el ombligo de Venus y el té de roca.
Invertebrados e insectos
Pista 14. Invertebrados e insectos
A continuación, encontrará un atril de madera con un libro de firmas que da paso al último panel, que habla de los invertebrados y los insectos que habitan el río, como el cangrejo señal y la libélula.
Los cangrejos y las libélulas desempeñan papeles cruciales en los ecosistemas fluviales, contribuyendo a la salud y el equilibrio de los ríos. Los cangrejos, como indicadores de la calidad del agua, son sensibles a los cambios en la contaminación y la sedimentación, ofreciendo señales tempranas de posibles problemas ambientales. Además, su actividad de excavación y alimentación ayuda a mantener la salud del lecho del río al airear el sustrato y facilitar el crecimiento de otras especies acuáticas. Por otro lado, las libélulas, en su fase larval acuática, son depredadoras eficientes, controlando las poblaciones de mosquitos y otros insectos. Como adultos, desempeñan un papel vital en la polinización y son indicadores sensibles de la calidad del agua y del hábitat circundante.
Sala audiovisual
Pista 15. Sala audiovisual
A mano izquierda, una cortina da paso de nuevo al área de recepción. Tome la puerta a su izquierda.
Llegará a un pequeño espacio, con una puerta en la pared izquierda, al final, que da acceso a la sala audiovisual, donde se proyecta un vídeo de 15 minutos, que habla de la vida cotidiana en los alrededores, de la fauna y de la flora.
Una vez que la proyección finalice, salga de la sala audiovisual y cruce la puerta que se abre a su izquierda, que le conducirá hasta el jardín.
Jardín
Pista 16. Jardín
Una vez salga, llegará a una pequeña plataforma de ladrillos. Un sendero de tierra, sigue a la izquierda hasta el aparcamiento, desde donde se puede acceder directamente al jardín, sin necesidad de pasar por la casa del parque, ya que el jardín está abierto al público.
Llegará hasta un cartel con un mapa del jardín. Este se ha concebido como un breve recorrido botánico que destaca diversas especies arbóreas, algunas de las cuales cuentan con carteles informativos que los describen.
El camino le guiará hasta una sección con paneles dedicados a las mariposas presentes en el Parque.
Si presta atención, a lo largo del recorrido escuchará el rumor del río Riaza a su paso junto al jardín y los pájaros que viven en estos árboles.
Siguiendo el camino de arena, pasará delante de un camino de piedras y hormigón que da directamente al río y no está protegido por ninguna valla. También pasará delante de bancos de madera donde puede sentarse a descansar y disfrutar del aire puro del parque. Después, llegará a los carteles dedicados a las mariposas y al final, a un parque infantil con algunos columpios y a un merendero.
A mano izquierda, antes de los merenderos, nace una senda accesible formada por una pasarela de madera de 1 kilómetro, que llega hasta la Fuente de la Pisadera. Es un camino llano, que pasa junto a un paredón de roca en el que hay varios nidos de buitres.
Con esta pista de audio, se da por terminada la visita a esta Casa del Parque Hoces de Riaza, donde se resalta su rica flora y fauna, el paisaje kárstico, marcado por la presencia de buitres y la vida entorno al río Riaza.
Si desea obtener más detalles, está invitado a acercarse al mostrador de recepción o hablar con cualquiera de los colaboradores en la Casa del Parque.
Gracias por su visita.
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