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Le damos la bienvenida a la Casa del cangrejo de río.

Esta audioguía está dividida en pistas de audio con la información contenida en las diferentes estancias. El final de cada pista se marca mediante un sonido como el que escuchará a continuación, sencillo cuando cambia de información:

[MUESTRA DE SONIDO]

Y doble cuando cambia de espacio. [MUESTRA DE SONIDO] [MUESTRA DE SONIDO]

Tras la señal sonora, puede elegir pasar a la siguiente pista de audio.

(SONIDO)

Al igual que en el resto de las Casas del Parque, Centros temáticos y aulas del río que se reparten por toda la comunidad de Castilla y León, esta es la puerta de acceso recomendada para conocer la fauna y la flora. En este centro, los monitores le informarán sobre la importancia de los ecosistemas acuáticos y su conservación a través del conocimiento de una especie protegida como es el cangrejo de río y la práctica del deporte de la pesca sostenible y le ayudarán a planificar su visita.

Aquí, se ofrece información sobre especies y hábitats emblemáticos para facilitar la identificación y valoración del patrimonio cultural y natural de estos lugares, de manera respetuosa y promoviendo así la conservación y aprecio por la biodiversidad y la herencia cultural.

Para acceder a la casa del cangrejo puede utilizar la rampa de hormigón o las escaleras, en el lado opuesto.

Llegará a un porche cubierto con unas columnas metálicas en el centro. En ellas se muestran unos carteles que le dan la bienvenida y le resumen lo que encontrará en la Casa.

En este espacio multiusos puede conocer los ecosistemas que conforman nuestros ríos a través de su flora y fauna, especialmente los secretos y biología del cangrejo autóctono, además de poder realizar diferentes actividades de carácter ambiental como la pesca de cangrejos señal. Al final del porche hay una pasarela que cruza el río y otra que bordea la zona trasera de la casa, paralela al río.

Al final del porche hay una pasarela que cruza el río y otra que bordea la zona trasera de la casa, paralela al río.

La pasarela es de madera con una barandilla metálica a la izquierda, y una de madera a la derecha. Si se coloca en el centro de la pasarela, dejará frente a usted el río y la naturaleza que crece en él, además de las aves y animales autóctonos que residen aquí.

La casa del cangrejo de río es un edificio de 2 plantas de hormigón con paredes acristaladas. El logotipo es la pinza de un cangrejo.

Si rodea el edificio por la pasillo paralelo al río, puede descubrir las cristaleras de la casa en las que se encuentran dibujos de diferentes peces como carpas y truchas, además de la naturaleza que la rodea, por ejemplo, el parque infantil o el zoo de aves que hay al otro lado del río.

La casa del cangrejo de Río se encuentra en Herrera de Pisuerga.

Herrera de Pisuerga es un municipio en la provincia de Palencia. Con una altitud de 844 metros sobre el nivel del mar, cuenta con una población de unos 1890 habitantes.

Destaca por el yacimiento arqueológico de la ciudad de Pisoraca, la Legio IV Macedónica y su Festival del Cangrejo. Reconocida por la producción de embutidos, morcillas, conservas y salazones, así como la agricultura, especialmente el cultivo de alubias. Además, forma parte del Camino de Santiago del Norte: Ruta del Besaya.

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Para entrar al edificio, diríjase al centro del porche donde se encuentra una puerta acristalada que da paso a un pequeño pasillo con paredes de madera. Esta zona hace de pasillo para entrar, a través de otra puerta acristalada.

Al entrar, se encuentra en el centro de la sala el mostrador de la tienda verde y

a mano derecha el mostrador de recepción con una vitrina de cristal donde

puede conseguir folletos con más información.

En el mostrador de la tienda verde puede adquirir llaveros, peluches y objetos

como recuerdo de su visita por la casa.

Se exhiben también los 3 tipos de cangrejo que viven en el río, metidos en unos cilindros transparentes.

Tras el mostrador de la tienda verde, se encuentra un cartel que dice "hola, disfruta con nosotros de las sorpresas que hemos preparado para ti" y que señala otros 5 carteles: taller de naturaleza, el juego del cangrejo burejo, el refugio del cangrejo de patas blancas y aula del río.

Tras este panel se encuentra el juego del cangrejo burejo. Está compuesto por un fondo azul con dibujos de cangrejos en un color rojizo. Con unas letras verdes y blancas el cangrejo burejo le pide ayuda y le invita a leer sus mensajes ocultos por la Casa.

El primer mensaje dice: "Quedamos pocos cangrejos autóctonos, por eso no nos puedes pescar, pero sí nos puedes ayudar".

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Ahora rodee la tienda verde y diríjase hacia la parte de atrás del cartel en el centro. Si toma el camino de la derecha se encontrará con una columna en el centro. En la pared derecha puede encontrar el ascensor que sube a la planta de arriba o tomar la escalera, a la que se accede por el lado izquierdo.

Detrás del panel, hay un juego interactivo con cuatro pantallas en las que se presentan juegos de preguntas y respuestas para conseguir limpiar el río de basura y pescar unos cangrejos.

En la parte de arriba, puede encontrar un acuario, una maqueta para conocer la vegetación típica y unas pantallas.

Si sube por la escalera encontrará, a mano izquierda, la sala de exposición permanente y a mano derecha, la sala de exposiciones temporales. Si llega por el ascensor, será al contrario, permanente a su derecha y temporal a su izquierda.

La sala temporal es una sala de eventos donde se hacen talleres de educación ambiental, se organizan exposiciones y donde se hacen talleres de naturaleza.

Justo antes de entrar a la sala permanente, encontrará los aseos en un pasillo a mano derecha. La primera puerta es el aseo de caballeros y la siguiente la de señoras.

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Cruce el pasillo y entre en la sala permanente.

Al entrar, encontrará una maqueta a tamaño real de unos árboles y vegetación que nacen de un acuario que mide unos 4 metros.

El acuario está dividido en 3 tramos que corresponden a un río: el tramo alto, el medio y el bajo. En cada uno, puede encontrar diferentes especies naturales de esa zona, pero en todas se necesitan a los cangrejos para alimentarse de la carroña y mantener limpias las aguas.

En el tramo bajo, puede conocer cuatro especies de peces que habitan este tramo del río: el bordallo, el gobio, la tenca y el barbo.

El gobio es un pequeño pez que exhibe una variada gama de colores y patrones. Destaca por su comportamiento territorial y la construcción de nidos para crías. Estos peces desempeñan un papel vital en los ecosistemas acuáticos, contribuyendo a la cadena alimentaria al alimentarse de insectos e invertebrados pequeños, al tiempo que son presa para peces más grandes. Su peculiaridad y atractivos colores también los hacen populares en acuarios.

En el tramo medio, hay especies más fusiformes, con forma de fusil, como la bermeja o la boga del Duero.

La boga del Duero es una especie de tamaño medio que generalmente no supera los 50 cm de longitud total. Presenta una apertura bucal inferior y recta, con un labio inferior grueso que incluye una lámina córnea. Su cuerpo suele estar pigmentado con pequeñas manchas negras, siendo más notables en las poblaciones de Portugal y Galicia.

En el tramo alto, destacan las truchas, que son un indicador de la calidad del agua.

La trucha es un pez conocido por su elegancia y valor en la pesca deportiva. Su cuerpo alargado está adornado con una coloración característica que varía según la especie y el hábitat. Las truchas son conocidas por su habilidad para habitar aguas frías y oxigenadas, prefiriendo arroyos y ríos de corriente rápida. Dotadas de una boca prominente y dientes afilados, son depredadoras voraces que se alimentan principalmente de insectos, crustáceos y peces más pequeños.

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Sobre el acuario, se levanta una vegetación ripícola, típica de las zonas cercanas a cuerpos de agua como ríos, arroyos y lagos. Estas zonas de ribera desempeñan roles cruciales en la ecología, estabilizando el suelo mediante redes de raíces que previenen la erosión, filtrando contaminantes antes de que lleguen al agua, proporcionando hábitats vitales para diversas especies, contribuyendo al ciclo de nutrientes y ayudando en el control de inundaciones al absorber el exceso de agua.

Unos ejemplos que puede encontrar en la maqueta son:

Juncos, caracterizados por sus tallos cilíndricos y hojas estrechas, llega a medir unos 90 centímetros. Suele florecer entre abril y junio, con una flor compuesta, pequeña y de color pardo, que luego se convertirá en un fruto ovalado, también de color marrón. La flexibilidad del junco para colonizar áreas pantanosas lo ha convertido en una planta apreciada por su capacidad para contribuir a la salud y la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos.

También puede encontrar rosales silvestres, una especie de rosa nativa de Europa, África del Norte y Asia Occidental. Esta planta se distingue por sus flores blancas o rosadas y sus característicos frutos rojos en forma de pequeñas bayas, llamados "escaramujos". Curiosamente, estos frutos son muy ricos en vitamina C y se han utilizado tradicionalmente en la preparación de infusiones y jarabes.

Entre los rosales nacen grandes árboles, como un avellano. El avellano es un árbol de hoja caduca, que puede alcanzar alturas de hasta 6 metros. Presenta una distintiva corteza rugosa y unas hojas ovaladas dentadas. Además de su fruta, la avellana, su madera también ha sido utilizada históricamente en la fabricación de herramientas y artesanías.

Junto a él, destaca un roble. Es un árbol majestuoso y longevo, caracterizado por su robusto tronco y hojas lobuladas. Los robles pueden vivir durante siglos. Producen bellotas, sus frutos característicos, que son una fuente importante de alimento para diversas especies de vida silvestre. Además, la madera de roble es conocida por su durabilidad y se ha utilizado en la construcción de muebles y barriles.

Finalmente, en la rama seca de un arbusto, puede encontrar un nido que un pájaro ha construido con ramitas que ha encontrado a orillas del río.

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Toda esta vegetación de ribera hace de la orilla del río un hábitat idóneo para una gran diversidad de animales.

El primer animal que resalta en la maqueta es una nutria. La nutria es un mamífero semiacuático conocido por su elegante agilidad tanto en el agua como en tierra. Tienen un pelaje denso y una cola musculosa, que las hacen expertas nadadoras en ríos, lagos y estuarios. Su dieta varía, pero comúnmente incluye peces, crustáceos y otros pequeños animales acuáticos. Además, su comportamiento lúdico y social, que incluye juegos y la construcción de madrigueras elaboradas, añade un encanto distintivo a su naturaleza.

A continuación, sobre una roca, se encuentra una rana verde y, a un lado, un tritón jaspeado, ambos indicadores de la buena calidad del agua. Curiosamente, los tritones tienen una capacidad única de regeneración. En caso de que pierdan alguna parte de su cuerpo, como una extremidad, puede regenerarla completamente. Además, los adultos producen toxinas que son segregadas por la piel como mecanismo de defensa contra depredadores naturales, como culebras. Esta toxina solo tiene efecto si se ingiere y no cuando se tiene contacto con el animal.

Igualmente, los restos que dejan los animales son valiosos para los científicos y los naturalistas, ya que proporcionan información crucial sobre la presencia y el comportamiento de las especies. Estos restos son una herramienta valiosa para la educación ambiental, ya que le permiten aprender sobre la vida silvestre y la interconexión de las especies en los ecosistemas. Así, en la maqueta, puede encontrar varias conchas de caracoles rotas. Esto se debe a la presencia del zorzal, un pájaro al que le encanta comer caracoles. Para conseguir sacarlos, los cogen con el pico y los golpean contra una roca, a modo de yunque.

También hay unas mudas de culebra y de cangrejo, que son un reflejo indirecto de su paso por la zona.

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Si se da la vuelta, descubrirá unos paneles con información e interactivos frente a unas paredes de cristales verdes y rojas.

Los carteles son circulares con el fondo marrón y letras blancas y negras. Tienen dibujados unos cangrejos de patas blancas.

El primer cartel está sujeto por la silueta de un cangrejo de patas blancas que puede tocar con las manos. En el cartel, se lee: "Érase una vez, un cangrejo de patas blancas que vivía tranquilo en su río de aguas limpias y frescas, lleno de comida y refugios."

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Doble la esquina y continúe hasta el siguiente panel, titulado "amor a primera pinza". En él, se muestra un vídeo de dos cangrejos apareándose en el fondo del río.

La historia continúa así: "y un buen día de otoño, apareció ella. Era la cangreja más bonita que jamás se había visto. Fue amor a primera pinza. Decidieron unirse, pero como suele ocurrir en la naturaleza, solo un ratito para tener muchos cangrejitos.

En los meses de octubre y noviembre, el macho busca a la hembra mediante el olfato y la vista. Ayudándose de su mayor envergadura y de sus pinzas, la coloca en posición ventral y suelta el esperma sobre la parte inferior de su abdomen, donde se adhiere. Alrededor de un mes más tarde la hembra realiza la apuesta, momento en el que los huevos son fecundados.

El cangrejo de río presenta una biología marcada por la madurez sexual, alcanzada en el cuarto año para las hembras y en el tercer año para los machos. Entre la cópula y la puesta, pueden transcurrir de 3 a 4 semanas dependiendo de la temperatura del agua y de la disponibilidad de nutrientes en el entorno.

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A la derecha se encuentra el siguiente cartel en el que hay dibujada una cría de cangrejo sobre un cangrejo adulto. Aquí se reproduce un vídeo de un cangrejo limpiando el agua en la que viven.

La historia continúa así: "durante el invierno la mamá cuidaba de los huevos hasta que por fin, en primavera, nacieron los cangrejitos. ¡Todos igualitos a sus papás!"

Después de hibernar la hembra comienza a desplegar la cola y abre el saco donde ha tenido alojados los huevos todo este tiempo. Poco a poco, van eclosionando y salen las larvas, que en dos semanas se transforman en pequeños cangrejos, ya iguales a los adultos, pero en miniatura.

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En el siguiente cartel de la derecha se encuentra representado un cangrejo atrapando un pez con las pinzas. Encima, en la pantalla, se proyecta un vídeo de un cangrejo alimentándose.

La historia sigue: "su mamá siempre les decía: hijos, si queréis crecer y haceros fuertes hay que comer de todo y tomar mucho calcio."

Los cangrejos son omnívoros, es decir, comen tanto plantas acuáticas, como larvas de insectos y anfibios, pequeños peces e incluso restos de animales en descomposición, cumpliendo una importante función sanitaria en el lecho del río. Ellos también tienen su propio servicio de limpieza: las sanguijuelas.

Las sanguijuelas son animales simbiontes que ayudan a mantenerlos limpios a cambio de transporte y comida. Su tamaño varía desde unos centímetros hasta menos de un milímetro, con una forma corporal alargada, en forma de pera.

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En el siguiente panel, se proyecta otro vídeo y hay dibujada la silueta de un cangrejo saliendo del caparazón.

La historia sigue: "Y los hijos de nuestro cangrejo de patas blancas se fueron haciendo mayores. Pero cada vez que daban un estirón, se le quedaba pequeño el caparazón. Por eso, necesitaban tanto calcio, para poder estrenar traje nuevo".

El caparazón externo del cangrejo, llamado exoesqueleto, se va quedando pequeño al crecer y tiene que desprenderse de él. Tarda unas dos semanas en producir un nuevo y lo endurece gracias a las sales de calcio disueltas en el agua. Durante el primer año de vida puede llegar a mudar unas 8 veces, mientras que en la edad adulta la muda se produce solo 2 o 3 veces al año.

Estas mudas las hacen todos los cangrejos a la vez en el mismo río y es normal encontrar un tramo lleno de mudas. Estas mudas se las comen ellos mismos, porque es una fuente buena de calcio y para eliminarlos del río y así evitar que los depredadores descubran su hábitat.

En este cartel resalta una frase del libro "Versos fritos" de Gloria Fuertes que dice el cangrejo burejo: "Hace muchos siglos que los crustáceos lentos llevan el esqueleto por fuera y la carne por dentro".

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El siguiente cartel tiene un cangrejo nadando dibujado. En la pantalla se proyecta un vídeo de un cangrejo caminando tranquilamente por el fondo de río y cuando encuentra un peligre, da un coletazo y huye hacia atrás.

La historia sigue: "algunas veces, en sus andanzas nocturna, las corrientes del río los llevaban a lugares nuevos y desconocidos. En estas aventuras no siempre encontraban amigos y tenían que escapar dando fuertes coletazos."

Al contrario de lo que se piensa, los cangrejos de río no andan hacia atrás sino hacia adelante. La marcha atrás está reservada para la huida. Cuando sienten alguna amenaza contraen la cola y con su potente musculatura dan un repentino salto que les aleja del peligro.

El cangrejo burejo dice: "¿Quién dijo que ando para atrás? fíjate bien y verás que andar, lo que se dice andar, ando hacia delante. Eso sí, cuando siento algún peligro, escapo con rapidez hacia atrás, dando coletazos".

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En el último panel hay un cangrejo gigante agarrado con sus pinzas y sus patas. Hay también dibujado un cangrejo debajo de una piedra, asomado como si fuera una cueva. En la pantalla se muestra un cangrejo caminando tranquilamente por el fondo del río hasta llegar a una piedra, bajo la que se esconde.

La historia continúa: "Y volvían a salvo a su refugio, donde se sentían seguros, porque como en casa, en ningún sitio".

El refugio del cangrejo de río es muy reducido. Suele ser un pequeño cobijo que escaban y modelan con sus pinzas, aprovechando algún elemento natural como una raíz o una roca. Una zona donde puedas construir refugios favorece la abundancia de cangrejos.

Al otro lado del expositor del acuario, el cangrejo burejo dice: "siempre busco remansos del río al abrigo de la vegetación de la ribera y en aguas limpias y frescas. Mira el termómetro para comprobar la temperatura ideal de mi casa."

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Dese la vuelta y avance unos metros hasta un panel enorme en medio de la sala, que hacía como pared con el acuario. Está titulado: "parecidos pero distintos".

Aquí se exhiben muestras de los tres cangrejos que viven en los ríos de la zona y sus características: el cangrejo de patas blancas o autóctono, el cangrejo rojo y el cangrejo señal.

Además del autóctono hay otras dos especies más de cangrejos, traídas de Norteamérica, que han invadido los cauces de los ríos de la península ibérica. Estas especies exóticas han contagiado al cangrejo autóctono una enfermedad transmitida a través de un hongo, que para él es mortal, la peste del cangrejo o afanomicosis. La rápida expansión de estas dos especies invasoras, hoy unida a otros importantes factores como la pesca furtiva, periodos de sequía, la contaminación y la transformación de los cauces, ha provocado un cambio radical en la distribución de nuestro cangrejo, pasando en apenas 30 años de ser una de las especies claves de los ecosistemas fluviales, a encontrarse reducida a poblaciones aisladas muy amenazadas.

Pero la alteración de los ecosistemas acuáticos no solo afecta al cangrejo autóctono, sino a todo el ecosistema, que pierde biodiversidad y se degrada: desapareciendo grandes cantidades de insectos, descendiendo la presencia de anfibios y peces y además la vegetación.

La importación de los dos cangrejos americanos se debió a que eran más rentables en términos económicos, mientras que el autóctono solo pone unos 120 huevos, los americanos pueden poner más del doble. La gente de esta zona siempre ha vivido de la agricultura y de la pesca del cangrejo, que generó un tejido económico debido a la exportación. Esto también hizo que se creara una estructura social.

Las dos especies de cangrejos americanos, al igual que el cangrejo autóctono, son carroñeras en sus zonas autóctonas, pero estos ríos se les quedan pequeños y empiezan a cazar a otros animales y a salir a los cultivos, como arrozales, maizales y huertas.

El cangrejo burejo dice: "Observa con atención y encontrarás nuestras diferencias. Saber distinguirme te ayudará a salvarme porque solo se pueden pescar los cangrejos americanos."

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En el panel se exhibe una vitrina de cristal que presenta un cangrejo autóctono, mostrando su parte frontal y su perfil lateral.

Este crustáceo, también conocido como cangrejo de patas blancas, posee un tono oliva con la parte inferior que varía entre pálida y colorada. Su longitud oscila alrededor de los 10-12 centímetros, y se caracteriza por sus notables pinzas, antenas de tamaño medio y 8 apéndices locomotores. El cefalotorax es significativamente grande en comparación con el abdomen, que constituye la mitad del cuerpo, siendo las dos primeras partes mucho más voluminosas.

Este cangrejo, de caparazón duro con ojos sobresalientes, es conocido por su denominación de "de patas blancas" y es una especie protegida, no pescable, declarada vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Endémico de Europa, se encuentra en España, Francia, las Islas Británicas, Irlanda, el sur de Alemania, Italia, Austria, Suiza, Eslovenia, Bosnia y Croacia.

Su dieta abarca materia orgánica en diversas formas, ya sea animal o vegetal, viva o muerta.

La reproducción comienza a los 3 o 4 años y cada hembra puede poner hasta 140 huevos.

Aunque solía habitar cauces fluviales de mediano o pequeño tamaño, lagunas, canales y estanques artificiales, en la actualidad se encuentra restringido a zonas aisladas, principalmente en las cabeceras de las cuencas fluviales.

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A continuación, se exhibe otra vitrina de cristal con un cangrejo rojo.

Como su nombre indica, este cangrejo suele tener una coloración predominantemente roja, aunque también puede mostrar tonalidades verdosas o marrones. En la parte dorsal del cefalotórax, presenta dos surcos longitudinales que pueden estar unidos o ligeramente separados. En su etapa adulta, su longitud varía entre 5,5 y 12 cm y destaca por tener pinzas muy espinosas.

Este cangrejo, considerado una especie exótica invasora, es pescable y tiene su origen en el centro y sur de los Estados Unidos y el noroeste de México, con poblaciones abundantes en las zonas pantanosas de Luisiana.

En España, fue introducido en 1974 en las marismas del Guadalquivir, en Sevilla, con fines comerciales.

En cuanto a su alimentación, tiene un apetito considerable y puede reproducirse a partir de los 3 años, poniendo alrededor de 100 huevos.

Este cangrejo es común en tramos bajos de aguas con poco movimiento, prefiriendo sustratos blandos para excavar refugios y mostrando una buena tolerancia a la escasez de oxígeno.

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En la vitrina siguiente se presentan un ejemplar de cangrejo señal.

Este es el más grande de los tres cangrejos, pudiendo alcanzar una longitud de hasta 15 centímetros. Su coloración es marrón, con tonos que varían entre azulados y rojizos. La parte ventral del cuerpo exhibe un tono azul intenso, mientras que la cara ventral de las pinzas presenta un color rojizo característico. Estas pinzas muestran una mancha blanca distintiva, de la cual proviene su nombre de "señal".

El cangrejo señal, originario de América del Norte, es considerado una especie exótica invasora y sí se puede pescar.

Fue introducido en España en las provincias de Soria y Guadalajara entre los años 1974 y 1975 con propósitos comerciales.

Con un apetito voraz, este cangrejo puede consumir una amplia variedad de alimentos, incluso otros cangrejos.

Comienza su reproducción a los 2 años, poniendo entre 200 y 400 huevos.

Este cangrejo puede habitar en diversos hábitats, desde cursos de agua con sustrato rocoso y agua templada hasta ríos de llanura y tramos altos de montaña.

Ahora, salga de la Casa del cangrejo, para ello, deshaga todo el recorrido de esta sala hasta llegar al pasillo y tome el ascensor o la escalera. Una vez en la planta baja, en la sala de recepción, rodee la tienda verde y salga por la puerta de cristal.

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Diríjase hacia la paralela al río, que está protegida por una barandilla metálica. Esta terraza es de hormigón y se encuentra a unos 3 metros de altura sobre el río.

De la terraza nacen varios pequeños balcones cuadrados, también con barandas, en los que puede lanzar una red y pescar un cangrejo.

Para la pesca tradicional del cangrejo se emplea un retel, que es una red unida con dos aros, que crea una especie de bolsa. En el centro de la base se coloca un plato con el cebo, que suele ser una bola de harina de pescado o cualquier tipo de carroña.

Este retel se engancha a un palo, llamado horquilla, u horcajilla en este pueblo, y se lanza al río desde uno de los balcones. El siguiente paso es esperar a que los cangrejos se acerquen al plato a comerse el cebo y sacar el retel del agua.

Con esta pista de audio, se da por terminada la visita a la Casa del cangrejo de río, donde se da a conocer qué son, dónde viven, qué comen y las amenazas del cangrejo de patas blancas.

Si desea obtener más detalles, está invitado a acercarse al mostrador de recepción o hablar con cualquiera de los educadores en la Casa.

Gracias por su visita.