Portal de Turismo de Castilla y León

Le damos la bienvenida a la Casa del Parque natural Montaña Palentina, en la provincia de Palencia.

Al igual que en el resto de las casas del parque que se reparten por toda la comunidad de Castilla y León, es la puerta de acceso recomendada a estas áreas naturales. En este centro de interpretación, los monitores le informarán sobre el Parque Natural y le ayudarán a planificar su visita.

Aquí, se ofrece información sobre especies y hábitats emblemáticos para facilitar la identificación y poner en valor el patrimonio cultural y natural de estos lugares, de manera respetuosa y promoviendo así la conservación y aprecio por la biodiversidad y la herencia cultural.

Esta Casa se encuentra situada en la localidad de Cervera de Pisuerga, en el norte de Palencia.

Cervera de Pisuerga, ubicada en la Montaña Palentina, entre los 1000 y 1200 metros de altitud, tiene el término municipal más extenso de la provincia con 325 kilómetros cuadrados. En el corazón del Parque Natural Montaña Palentina, se encuentra en un área de excepcionales valores naturales y culturales, atravesada por los ríos Carrión y Pisuerga. Este enclave estratégico ha sido crucial en el desarrollo histórico, artístico y socioeconómico de la villa.

La Montaña Palentina alberga evidencias de presencia humana desde tiempos prehistóricos. Tras resistir a los romanos, la región destaca en hechos trascendentales, como la Reconquista. Cervera de Pisuerga, documentada desde el año 818, es la localidad más antigua de Palencia. En el siglo XIX, la región experimenta el desarrollo industrial con el descubrimiento del carbón y la construcción del ferrocarril "El hullero".

Entre en el edificio.

Atraviese la segunda puerta y llegará al vestíbulo. Más allá de esta segunda puerta se encuentra el vestíbulo de la casa. En el lado izquierdo, se dispone una estantería con forma de oso que alberga folletos sobre el parque, troncos cortados, libros, piñas y algunos elementos naturales del Parque Natural.

En la pared, se encuentra un tronco, con su base sobre el cauce de plantas y cantos rodados. En el suelo del vestíbulo, hay dos aberturas alargadas que lo cruzan entre las paredes, con cristal que permite observar el curso del río desde el molino.

En el rincón derecho, entre las ventanas, está la tienda verde, donde podrá adquirir productos típicos de la zona o un recuerdo de su visita.

Al final de estas estanterías, se ubica el mostrador de recepción, adornado con nidos, piñas y una piedra con un fósil. Detrás del mostrador, hay una mesa redonda con el mapa del parque natural y, al lado, otra mesa con folletos del parque. A la izquierda del pasillo se encuentra la escultura de un oso con las patas delanteras apoyadas en una piedra.

En esa misma pared se encuentran los aseos y el ascensor.

En la pared frontal, se hallan dos puertas de la administración, mientras que en la siguiente pared, a su derecha, se accede a la Zona Oso y hay una escalera que conduce a la planta superior.

La primera parada de esta audioguía está justo frente a la maqueta del parque, a la derecha de la entrada.

Sitúese frente a la maqueta del parque.

El Parque Natural Montaña Palentina, declarado en el año 2000, abarca casi 80.000 hectáreas en el norte de Palencia. Su nombre original fue "Parque Natural Fuentes Carrionas y Fuente Cobre – Montaña Palentina", pero en el año 2022 pasó a llamarse simplemente "Parque Natural Montaña Palentina".

El Parque Natural, atravesado por dos grandes ríos, presenta dos valles distintos. En el noroeste, nace el río Carrión en la laguna glaciar de Fuentes Carrionas a 2200 metros de altitud. Este río palentino, recorre un valle con relieve abrupto, cumbres altas y valles glaciares profundos. La vegetación predominante incluye matorrales, piornos, aulagares y pasto alpino. El Carrión fluye a través del valle glaciar de Pineda, rodeando el macizo del Curavacas y se embalsa en los pantanos de Camporredondo y Compuerto después de 179 kilómertros, uniéndose al Pisuerga al sur de Palencia capital.

En la región nordeste del Parque se encuentra la cueva de Fuente Cobre, donde emerge el río Pisuerga después de recorrer más de 8 kilómetros bajo tierra desde el sumidero del Sel de la Fuente. El valle del Pisuerga presenta un relieve más suave y es notablemente más forestal, con bosques atlánticos caducifolios como robledales, hayedos y abedulares.

En las proximidades de este punto se encuentra el pico Tres Mares, una curiosidad geográfica con tres vertientes, cada una de las cuales da origen a un río que desemboca en un mar diferente. En la vertiente palentina nace el Pisuerga, afluente del Duero que desemboca en el Atlántico. Hacia el este nace el río Híjar, afluente del Ebro que desemboca en el Mediterráneo y hacia el norte nace el río Nansa, que desemboca en el Cantábrico.

El Parque Natural Montaña Palentina abarca dos regiones biogeográficas: la Eurosiberiana y la Mediterránea. Se destacan tres formaciones boscosas consideradas relictas: el sabinar de Peña Lampa, el pinar natural de Velilla del río Carrión y la Tejeda de Tosande.

En cuanto a la fauna, el oso pardo cantábrico destaca como emblema del Parque, siendo el protagonista de la visita al centro.

Ahora, diríjase hacia el final del pasillo situado al final del mostrador de recepción y suba a la segunda planta por la escalera o el ascensor.

Una vez que llegue a la segunda planta, se encontrará, a mano izquierda, la biblioteca, donde se hacen exposiciones temporales, unas oficinas y la sala de audiovisuales.

Entre por la última puerta a la sala de audiovisuales.

El audiovisual dura unos 10 minutos y hace un recorrido por los principales valores naturales del Parque Natural.

En el techo de esta sala, sobre su cabeza, planean unas maquetas de águila y cuervo en vuelo.

El águila y el cuervo son aves con características únicas. Ambas destacan por su majestuoso vuelo y caza precisa. El cuervo exhibe un plumaje negro que contribuye a la riqueza del mundo natural y cultural.

Baje ahora a la primera planta y entre a la "Zona Oso".

El Oso Pardo es una especie de oso ampliamente distribuida en el mundo, presentando notables diferencias entre sus subespecies. A nivel global, hay ocho especies de osos, como el Oso Polar, Negro Americano, Negro Asiático o del Himalaya, Panda Gigante, Oso Bezudo o Labiado, Malayo, Oso de Anteojos y el Oso Pardo.

El oso Kodiak es el oso más grande del mundo, junto con el oso polar. Este ejemplar puede alcanzar 3 metros de altura puesto en pie y los 700 kilos de peso. Habita en las costas del Sur de Alaska e islas adyacentes, como la isla de Kodiak. Existen unos 3500 ejemplares. Por otro lado, el oso Grizzly vive en las tierras altas del territorio norteamericano. Puede llegar a medir 2’5 metros y 600 kilos.

El oso pardo del Himalaya es propio de las laderas del Himalaya y del Karakorum. Se dice que las leyenda del Yeti viene de este oso.

El oso pardo Sirio es la subespecie más pequeña de oso pardo. Ocupa una vasta área de Asia Occidental.

Por último, en el que se centra la visita de la Casa es el oso pardo europeo.

El Oso Pardo Europeo es una subespecie autóctona de Europa que abarca desde la Península Ibérica hasta Escandinavia y Rusia. Dentro del europeo, se diferencian dos razas: el Oso Pardo Cantábrico y el oso de los Cárpatos, que habitan Rumania, Eslovaquia, Polonia y Ucrania y cuyos machos adultos pueden pesar hasta 400 kg.

Aunque el Oso Pardo Europeo se ha extinguido en gran parte de Europa, aún persiste en la Cordillera Cantábrica. La Cordillera Cantábrica, donde se encuentra el Parque Natural Montaña Palentina, se extiende en dirección oeste-este a lo largo de unos 480 kilómetros y tiene un ancho medio de aproximadamente 100 km en dirección norte-sur.

La Cordillera Cantábrica sirve como último refugio para los osos pardos cantábricos, específicamente en las comunidades autónomas de Asturias, Castilla y León, Cantabria y una pequeña parte de Galicia. Aunque la población de osos disminuyó hasta finales del siglo XX, a mediados de la década de 1990 comenzó un proceso de recuperación que continúa en la actualidad.

La población cantábrica de osos se ha dividido en dos subpoblaciones, la occidental y la oriental, pero los estudios genómicos indican una creciente conexión entre ellas.

La subpoblación occidental abarca desde los Ancares lucenses y leoneses hasta la zona central de la cordillera entre León y Asturias, con una estimación de unos 250 osos según el censo de 2021. Por otro lado, la subpoblación oriental se distribuye por la Montaña Palentina, la Montaña oriental leonesa y los montes cántabros de Campoo de Suso, Polaciones y Liébana, con presencia en el oriente de Asturias. Según el mismo censo, se estimó una población de alrededor de 120 osos en esta área.

Una parte de su hábitat es el Parque Natural Montaña Palentina, un área protegida que alberga uno de los contrastes de biodiversidad más destacados en toda Europa. Con una extensión de más de 78.000 hectáreas, este parque se encuentra en la parte norte de la provincia de Palencia. Este terreno montañoso forma parte de la Cordillera Cantábrica y limita con la meseta, lo que le confiere una biodiversidad significativa al encontrarse en una zona de transición entre el clima mediterráneo y el clima atlántico.

La configuración de esta área natural está marcada por las cuencas de los ríos Carrión y Pisuerga. En la primera, predominan las fuertes pendientes con una vegetación escasa, mientras que en la segunda, las masas arboladas son más extensas y se asientan sobre un relieve menos pronunciado.

Se trata de una región rural con valores naturales especiales que deben ser conservados mediante modelos de desarrollo sostenible. Entre los aspectos más relevantes, se pueden destacar:

Su condición como un destacado ejemplo de paisaje de alta montaña con un gran valor faunístico, botánico y cultural.

La presencia de una de las masas de sabinas más septentrionales de Europa, un bosque de pinos de origen natural y extensas áreas de tejedas; junto con endemismos propios de la Cordillera Cantábrica como la Artemisa cantábrica.

Su papel como refugio para una especie emblemática y en peligro de extinción: el oso pardo. De hecho, la Montaña Palentina constituye el principal núcleo reproductor de la población oriental de osos pardos cantábricos.

El Parque Natural Montaña Palentina forma parte de la Red de Espacios Naturales de Castilla y León, una red que está integrada en la Red Natura 2000 de la Unión Europea, la zona de protección ambiental más extensa del mundo.

Red Natura 2000 es una red ecológica europea creada en 1992 para conservar la biodiversidad. La red incluye Lugares de Interés Comunitario (LIC) y Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Su objetivo es garantizar la supervivencia a largo plazo de especies y hábitats en Europa, contribuyendo a frenar la pérdida de biodiversidad y siendo el principal instrumento para la conservación de la naturaleza en la Unión Europea.

La Red Natura 2000 abarca 28 países en Europa, con un total de 26.000 espacios protegidos que equivalen a la quinta parte de la superficie de la Unión Europea.

En España, la Red Natura 2000 protege más de 500.000 kilómetros cuadrados, que incluyen 1.461 LIC y 643 ZEPA, sumando un total de 1,858 Espacios Protegidos. España es el país europeo que más superficie aporta a la red.

En Castilla y León, la Red Natura está compuesta por 70 ZEPA y 120 LIC. Como resultado, ocupa unos 2.400.000 hectáreas, que es el 26 % del territorio de Castilla y León, lo que la convierte en la segunda en protección de áreas en el país.

El Parque Natural Montaña Palentina ha sido designado como ZEPA por albergar especies de gran interés, como el alimoche, la perdiz pardilla, el pico mediano, el halcón abejero y el águila culebrera. Además, ha sido declarado LIC debido al alto valor de sus hábitats.

Esta Zona Oso representa un espacio ancestral de coexistencia entre humanos y osos, donde esta especie ha logrado sobrevivir a la amenaza de extinción que ha afectado a otras regiones de Europa. La degradación de su hábitat, la caza furtiva y la fragmentación de sus poblaciones han sido las principales causas que han llevado al borde de la extinción al Oso Pardo en extensas áreas de Europa y en la Península ibérica.

Vivir en Zona Oso es un privilegio, pero es crucial garantizar que la convivencia entre humanos y animales se produzca de manera armoniosa. Para lograrlo, se llevan a cabo acciones como la indemnización por daños causados por los osos, la subvención de pastores eléctricos para proteger colmenas y la sensibilización de la población acerca de las ventajas e implicaciones de vivir en un territorio habitado por osos.

Pulse el botón, cruce la cortina y entre en la sala.

En la pantalla aparecen imágenes de la Montaña Palentina, enfocadas en el oso, que destacan los rastros y señales que se pueden encontrar, muestra de la presencia del oso pardo. Se muestran excrementos, marcas y huellas que evidencian su paso.

Concluida esta parte del audiovisual, la narración invita a imaginar la experiencia de ocultarse sin ser vistos para poder observar al oso. La pantalla de proyección desaparece y se ilumina una escena en la que un oso robot se mueve mientras come arándanos.

Una vez concluida esta presentación, abandone la sala por la cortina opuesta a la entrada, ubicada en la pared frontal al acceso.

Ahora, llegará a un pasillo con paredes de madera.

Entre en una nueva sala, a la izquierda del panel.

En la pared izquierda de esta sala, un cartel destaca que el oso pardo que habita en la Cordillera Cantábrica pertenece a la subespecie europea y presenta un tamaño ligeramente inferior al de sus parientes distribuidos en diversas regiones de Europa. A pesar de ello, su envergadura es considerable, siendo el auténtico gigante en estas latitudes.

A continuación, un mapa de Europa exhibe las ubicaciones del oso pardo europeo. En el suelo, junto a la pared, se encuentran tres perfiles de oso: el macho, en blanco; la hembra, en negro; y un osezno en color anaranjado.

En la pared opuesta, a la derecha de la entrada, se presentan otros tres perfiles de oso de diferentes tamaños: el Oso de Alaska, en color negro, el más grande de los tres; delante de este, el oso de los Cárpatos, en color naranja; finalmente, delante de ambos, el perfil del oso cantábrico, considerablemente más pequeño que los anteriores y representado en blanco.

El nombre científico del oso pardo europeo es "Ursus arctos arctos". Mide de 1,5 a 2 metros desde el hocico hasta la base de la cola, con una altura en la cruz de hasta 1 metro.

Estos osos varían mucho en peso y tamaño entre las diferentes subespecies. Los de la Cordillera Cantábrica son considerados entre los más pequeños.

Al salir de la sala, siga hacia el pasillo y avance hacia la derecha.

Llegará ahora hasta una báscula y un cartel. En la pared izquierda, se encuentra la silueta de una báscula con el indicador marcando 250 kilos y la figura de un oso. Un macho adulto pesa de 150 a 250 kg; una hembra adulta, de 80 a 120; un osezno de un año, alrededor de 25 kg y un oso recién nacido pesa 350 gramos.

Frente a las siluetas de la báscula y el oso, hay un panel con retratos de osos. Cada retrato es único, y la disparidad en términos de colores, corpulencia e incluso la manera en que se presentan ante usted puede ser bastante notable.

Pase tras este panel.

Adéntrese en la nueva sala, donde las paredes de madera exhiben fotografías de osos. Aquí, se destaca la variabilidad de colores, desde el marrón muy oscuro, casi negro, hasta el crema claro, pasando por diversas tonalidades de gris.

La percepción del color puede cambiar significativamente según las condiciones y si el pelaje está mojado o seco. Se observa un patrón de color que se repite con frecuencia: patas oscuras, cara de tonalidad pardo-amarillenta, flancos grisáceos y cuartos traseros pardo-oscuros. Las crías suelen mostrar marcas en el cuello o incluso un collar de tonalidad clara, que tiende a desaparecer con la edad.

La alimentación de un Oso Pardo experimenta notables variaciones a lo largo del año, tanto en cantidad como en contenido nutritivo, lo que se refleja en considerables fluctuaciones de peso a lo largo del año.

El oso pardo presenta una vista mediocre, en contraste con su agudo sentido del oído y su excelente olfato. Tiende a permanecer oculto durante gran parte del día y se muestra más activo en las horas crepusculares y al amanecer.

En caso de necesitar confirmar la información proporcionada por sus sentidos, tiene la capacidad de erguirse brevemente sobre sus patas traseras, ya que es un plantígrado. Además, puede alcanzar velocidades de hasta 60 km/h en distancias cortas, demostrando ser un buen nadador y trepar con facilidad.

En la pared siguiente, que se encuentra perpendicular a la de su derecha, se encuentra una pantalla reproduciendo de forma continua un documental sobre el oso cantábrico sin sonido.

El Oso Pardo, por naturaleza, tiende a ser solitario, a excepción de las hembras durante las épocas dedicadas al cuidado de sus oseznos.

Durante el periodo de celo, los machos adultos pueden llegar a matar las crías de otros osos para inducir la receptividad de las madres a la cópula, asegurando así la prevalencia de su línea genética. Sin embargo, no se forman unidades familiares más allá del tiempo de crianza, que tiene una duración de aproximadamente un año y medio.

Siga hacia el siguiente cartel.

Esta sala presenta un muro dedicado a la sexualidad de los osos.

Los osos son animales promiscuos, ya que las hembras se aparean con varios machos para inducir la creencia de que la futura descendencia es de cada uno de ellos, protegiendo así a sus crías del infanticidio. La unión de pareja dura solo unos días y los machos no participan en la crianza. El periodo de celo ocurre en primavera y principios de verano.

Los partos tienen lugar en enero, dentro de la osera, con una camada de tres oseznos como máximo. Estos permanecen con su madre durante unos 17 meses, lo que significa que, en el mejor de los casos, las hembras dan a luz aproximadamente cada 2 años.

Vuelva hacia la sala de la báscula y salga al pasillo. Continúe hacia la izquierda hasta llegar a una nueva sala.

En el centro de la sala, se encuentran varias cajas agrupadas junto a un poste, un tronco de árbol y una alambrada entre dos postes. Las cajas contienen rastros de osos, mientras que los postes, el árbol y la alambrada exhiben marcas de garras y restos de pelaje, evidenciando la presencia de estos animales en el entorno.

Las huellas del oso, marcadas por su naturaleza plantígrada, muestran cinco dedos y uñas, con las huellas delanteras orientadas hacia dentro.

Los excrementos de los osos, grandes y fácilmente identificables, proporcionan valiosa información sobre su dieta, que varía estacionalmente. Estos animales, conocidos como "carnívoros arrepentidos", basan su alimentación en vegetación, frutos y materia animal, mostrando preferencias distintas en cada estación. Un gráfico de alimentación muestra que en primavera lo que más comen son plantas verdes y de origen animal; en verano, frutos carnosos y plantas verdes y en otoño, frutos secos y de origen animal.

Durante la primavera, período de celo, los osos machos marcan los troncos de los árboles con mordiscos y arañazos para comunicar su presencia e intenciones a otros congéneres. Osas y oseznos también dejan marcas a lo largo del año, y la presencia de ramas rotas indica que un oso ha trepado a árboles, especialmente robles y cerezos, para alimentarse.

En las alambradas de prados y cultivos, así como en los árboles donde se frotan para impregnar su olor, los osos dejan sus característicos pelos, que son ligeramente ondulados y suaves al tacto. Estos pelos, además de confirmar la presencia del animal, se utilizan en estudios genéticos para extraer ADN de sus raíces. Indicios de alimentación, como piedras volteadas, hormigueros escarbados o colmenas destrozadas, también revelan su presencia.

Ahora, salga de la sala, recorriendo la pared derecha a la entrada.

Llegará ahora a una sala con un letrero que dice: "De visita en Zona Oso".

En la parte izquierda del cartel, se presenta la silueta de un hombre, mientras que en la parte derecha se muestra la silueta de un oso.

El Parque Natural Montaña Palentina ofrece una extensa red de senderos para disfrutar de sus principales atracciones.

En caso de encuentro con osos, es importante recordar que, en general, no son agresivos debido a siglos de convivencia con los humanos y han aprendido a evitarlos. No obstante, se deben tomar precauciones, especialmente si el oso está herido, es una hembra con crías, ha sido hostigado por perros o se encuentra en su osera.

A pesar de que el riesgo de ataque es mínimo, el aumento de la población de osos y la creciente actividad humana en senderos y montañas aumentan la probabilidad de encuentros. En caso de encuentros a corta distancia, se aconseja no correr, gritar ni amenazar al oso, ya que estas acciones podrían desencadenar una respuesta agresiva.

En situaciones donde el oso pueda sentirse amenazado, se recomienda seguir ciertas pautas:

Frente a una carga disuasoria, se debe mantener la calma y evitar gestos agresivos para que el animal se vaya.

Si el oso carga con actitud agresiva, es posible que frene antes de llegar a nuestra posición y se aleje de inmediato.

Nunca se debe interponer entre una osa y sus crías.

En el caso de osos en la carretera, se aconseja conectar las luces de emergencia, detenerse o reducir la marcha para permitir que el oso abandone la vía, evitando en todo momento perseguirlo.

Además, se ofrecen recomendaciones generales, como llevar a los perros atados, evitar acercarse a carroñas que los osos podrían estar consumiendo, no dejar basura ni comida, no seguir rastros de oso y evitar adentrarse en vegetación cerrada y roquedos.

Avance ahora hasta el interactivo del centro de la sala.

En este interactivo del Parque Natural Montaña Palentina, puede explorar diversas sendas, incluyendo rutas señalizadas, carreteras panorámicas y miradores. En la mesa hexagonal, varias pantallas muestran las opciones. Un cartel destaca la biodiversidad del parque, invitándole a descubrir sus maravillas, como nacimientos de ríos, cascadas, lagunas glaciares y bosques únicos. Además, tres carreteras le llevarán a paisajes excepcionales, como la Carretera de Cervera de Pisuerga a Potes y la Ruta de los pantanos. Entre los miradores destacan Alba de los Cardaños, Alto de la Varga, Alto de las Matas, El Campo, Piedrasluengas y Perapertú.

Salga de esta sala por la cortina del fondo.

Salga al vestíbulo, donde encontrará la escalera y el ascensor frente a esta cortina de salida. Baje a la planta inferior.

Abajo y a la izquierda, pase por otra cortina de lamas negras cerca de la escalera para ingresar a un espacio cerrado. Dentro, hay una vitrina que exhibe a un oso pardo cantábrico naturalizado. Este ejemplar, un macho de nombre Pintojo, falleció en junio de 2022 con un peso de 217 kilos y una edad estimada entre diez y quince años, considerada de mediana edad para los osos en libertad, que suelen vivir alrededor de veinticinco años.

Una pantalla narra la historia de este oso: hubo una pelea entre él y una hembra cerca de Cervera, en la Peña Escrita. La hembra, que tenía crías, trató de defenderlas de los ataques del macho, comunes en estas situaciones. Durante la pelea en unas rocas expuestas, tropezaron y cayeron desde una altura de treinta metros. Aunque el macho se levantó y se alejó, fue encontrado sin vida al día siguiente. Sorprendentemente, la hembra logró trepar por las rocas y reunirse con uno de sus oseznos, pero meses más tarde y tras un seguimiento y asistencia por parte de un operativo de rescaté, se constató que la hembra no pudo sobrevivir a la caída.

A la derecha de la cortina, en el rincón de esta pared y la siguiente, hay una urna sobre un pedestal que contiene restos óseos de un oso pardo cantábrico que fueron hallados cerca de aquí. Se deduce que era de mediana edad y que pudieron estar sumergidos durante unos cinco años.

A continuación, entre la pantalla y la urna, se encuentran paneles que detallan un esfuerzo colectivo para la conservación del oso pardo.

Este esfuerzo aborda la prevención de conflictos, que incluye daños e interacciones del oso con el entorno y las personas, así como la gestión de osos con problemas. Además, se abordan aspectos como la determinación de las causas de mortalidad, la coordinación, la información y participación pública, el manejo y conservación del hábitat, y finalmente, la protección y seguimiento de la especie.

En la Cordillera Cantábrica, los conflictos entre humanos y osos se centran en ataques a colmenas. En la Montaña Palentina, se registran aproximadamente 50 ataques anuales, compensados por la Administración. Agentes Medioambientales asesoran a apicultores y proporcionan pastores eléctricos.

La coexistencia es clave en la Cordillera Cantábrica. Los encuentros entre osos y personas son registrados y analizados, aplicándose medidas disuasorias en áreas pobladas para evitar problemas de seguridad.

El aumento de osos ha incrementado casos de ejemplares heridos. La Junta utiliza remolques especiales para trasladar osos heridos a Centros de Recuperación.

Igualmente, al encontrar un oso muerto, se activa un protocolo que analiza detalladamente el lugar y realiza una necropsia para obtener información sobre sexo, edad, tiempo de fallecimiento, enfermedades y lesiones.

La Junta de Castilla y León colabora estrechamente con otras regiones a través del grupo de Trabajo del Oso pardo en la Cordillera Cantábrica, coordinando la conservación de la especie.

Iniciativas como la Casa del Parque, la Carta Europea de Turismo Sostenible, proyectos LIFE, campañas mediáticas y programas educativos promueven la información y participación de la población, con actividades de voluntariado.

Los senderos y equipamientos del Parque están diseñados considerando las necesidades y tranquilidad de los osos. La regulación de caminos, acceso solo a pie y trabajos de restauración mejoran la conectividad entre áreas de osos.

El Oso pardo, especie en peligro de extinción, cuenta con instrumentos legales como el Plan de Recuperación y figuras de protección. Todas las actividades en su hábitat son analizadas para establecer condiciones compatibles.

El personal de campo de la Junta, con el SEPRONA y ONGs, vigila al oso, centrándose en actividades ilegales y suspendiendo cacerías colectivas en zonas oseras ante la presencia de ejemplares.

El personal de campo, con apoyo de la Fundación Oso Pardo, monitorea las poblaciones oseras para conocer su evolución, número de osas con crías e índices de abundancia, utilizando censos genéticos para analizar el parentesco y la diversidad.

A continuación, otra pantalla muestra un estudio genético reciente sobre el oso pardo en la cordillera cantábrica. También se le realizó a este macho disecado, al que se le ha llamado Pintojo debido a una mancha que tiene en el lomo. Es un estudio que recoge los resultados del cruce genético entre la población occidental y la población oriental.

En la pared contigua a la pantalla, hay paneles que detallan el programa de radio-marcaje, actualmente en curso en la cordillera. Este programa implica la captura y marcado de algunos osos con collares GPS para rastrear sus movimientos, hábitat, posibles causas de mortalidad y promover la coexistencia con humanos. Zona Oso es el fruto de la colaboración entre la Junta de Castilla y León, otras administraciones, ONGs y expertos, con el objetivo de conservar la especie. Después de 30 años de esfuerzo, la población de osos en la Cordillera Cantábrica se ha triplicado.

Salga de esta sala.

Con esta pista de audio, se da por terminada la visita a la Casa del Parque natural Montaña Palentina, donde el principal protagonista es el oso pardo cantábrico.

Si desea obtener más detalles, está invitado a acercarse al mostrador de recepción o hablar con cualquiera de los educadores en la Casa del Parque.

Gracias por su visita.