En la comarca de Las Merindades, al norte de la provincia de Burgos, se abre paso el complejo kárstico más grande de la Península Ibérica y uno de los diez más extensos del mundo con sus casi cien kilómetros de longitud de galerías.
Este mundo subterráneo posee un gran interés desde el punto de vista morfológico, hidrológico, científico, histórico y didáctico, pues también en su interior se han encontrado santuarios prehistóricos y restos de sesenta y tres especies de invertebrados cavernícolas, siendo algunos exclusivos de estas cuevas.
Exteriormente el paisaje presenta las características formaciones calizas fácilmente erosionables, lo cual deriva en un escenario caprichoso en el que los ríos Guareña y Trema desaparecen en sumideros para continuar su labor escultórica de las cuevas y volver a brotar unos kilómetros más adelante.
Esta peculiar manera de erosionar las paredes rocosas de las laderas formando oquedades, facilita su uso para la nidificación por gran número de aves, principalmente de rapaces.
Entre los frondosos bosques habitan gran cantidad de especies como el gato montés, la gineta o el corzo, pero el auténtico tesoro animal se halla en el interior de las cuevas con un censo actual de ciento quince especies, de las cuales diez y seis son endemismos de Ojo de Guareña.
Muy cerca el Monumento Natural, en la pequeña localidad de Quintanilla del Rebollar, la Casa del Parque proporciona toda la completa información que se necesita para entender mejor este singular hito científico y cultural, respondiendo a preguntas frecuentes sobre cómo se formaron las cuevas, quienes las habitaron y quienes las habitan, etc.
Una brillante recreación parcial de la cueva ofrece la experiencia de sentir lo que se percibe en el mundo subterráneo, poniendo en alerta todos los sentidos para descubrir las maravillas de las entrañas de este rincón burgalés.
Ojo de Guareña está en constante investigación desde multitud de disciplinas. El fruto de la actividad científica también está al alcance del visitante a través de sencillos juegos y experiencias participativas.
La sala denominada "El rincón de la memoria" muestra como el paisaje ha ido sufriendo cambios por los modos de vida de las gentes que aquí han habitado desde tiempo inmemorial, cuáles son sus oficios y tradiciones y, en definitiva, conocer más la esencia de esta tierra.
Un video divulgativo es proyectado regularmente en la sala de audiovisuales, mostrando los principales valores del Monumento Natural en el que se incluyen fantásticas imágenes del interior del complejo kárstico.
La visita termina en la sala de exposiciones presidida por una recreación de la encina del Concejo de la Merindad de Sotoscueva, estando presentes también las poblaciones comprendidas en el territorio del espacio natural.