Una buena parte del noreste de la provincia de León está ocupada por el Parque Regional de la Montaña de Riaño y Mampodre, allí donde nace el río Esla, uno de los principales cauces fluviales de la cuenca del Duero. A su paso se encuentra con la localidad de Lario que, además de conservar buenos ejemplos de arquitectura popular, mantiene vivo el robusto edificio que antaño fue el cuartel de la Guardia Civil, hoy convertido en la Casa del Parque de Valdeburón.
La recepción del espacio expositivo permite un primer acercamiento al medio natural gracias a un mapa general y un breve audiovisual, además de una completa información de los servicios y posibilidades de disfrutar de la singular biodiversidad del Parque, sin olvidar los detalles el resto de Espacios Naturales Protegidos de Castilla y León.
"2000 metros de desnivel, diversidad y contrastes" es el título que preside la primera sala del espacio divulgativo que conduce a un viaje por los diferentes ecosistemas que se alternan desde los profundos valles hasta las cumbres más altas, con todo lujo de detalles explicativos y mapas.
La función didáctica se vertebra según los condicionantes naturales. Así, "el fondo del valle" muestra como el paisaje ha sido modificado por la acción del hombre desde tiempo inmemorial en su lucha por la supervivencia en un entorno rico en nutrientes, en agua, en flora y en fauna.
La sala de "la media montaña: el bosque multicolor" explica como las distintas especies arbóreas se van adaptando a la altitud y a las condiciones climáticas en función de la orientación de las laderas, formando una paleta de colores cambiante según las estaciones del año.
Poco a poco la visita se acerca al techo del Parque en la sala "las altas cumbres: el dominio de la piedra", donde los fuertes desniveles y las condiciones climáticas extremas hacen de la piedra el protagonista del paisaje, pero aquí también hay vida y algunas especies vegetales y animales son un magnífico ejemplo de adaptación.
"El rincón de la memoria" es un homenaje a los modos de vida y a como el hombre ha sabido utilizar la piedra y la madera que el proporcionaba el medio natural para construir su propio hogar, sus establos o sus chorcos de lobos (trampas tradicionales para la caza de lobo), desarrollando un estilo de arquitectura popular propio. Así las comunidades se fueron asentando y forjando sus tradiciones, su cultura y sus juegos, creando una riqueza etnográfica de valor incalculable.
La visita finaliza en la sala de audiovisuales con la proyección de un interesante video explicativo de los valores y curiosidades que hacen de este rincón leonés algo sorprendente.